martes, 20 de septiembre de 2016

REFLEXIONES SOBRE LA GENTE

Buenas lectores, sé bien que de nuevo hace mucho que no escribo nada en éste blog y sé que dije que intentaría renovarlo pero las cosas se están poniendo algo difíciles, por ello les pido disculpas a todos. El tema del que voy a hablarles hoy no tiene nada que ver con videojuegos o temas de ocio, sino con la naturaleza humana de algunas personas.

¿Nunca os ha pasado que habéis tenido una mala racha en la que habéis sido especialmente bordes en general con la gente que os rodea por culpa del estrés o tener mucha tensión acumulada? Seguramente la mayoría responderéis afirmativamente, no somos de piedra y cada persona tiene unos niveles de aguante.

Tras reflexionarlo, os habréis dado cuenta de que esa gente no se merecía sufrir dicho trato y habréis intentado enmendar vuestro error cambiando de actitud; pero.....¿qué ocurre cuando aún tras cambiar de conducta y tratar de arreglar las cosas, esa gente os sigue tratando con el mismo resentimiento que antes?


Todos somos humanos y todos cometemos errores, pero es injusto dar con el tipo de personas que, hagas lo que hagas, si les has molestado una vez, te castigan durante semanas con una actitud distante y fría. No importa que demuestres abiertamente que quieres arreglar las cosas, no importa cuánto empeño le pongas; para ellos, les has molestado o herido y la penitencia es brutal y prolongada.

Aún hay mayor agravante cuando dicha persona resulta tener una baja autoestima; me explico, esas personas, si son molestadas por otras a las que consideran superior en algún aspecto, el enfado suele durar apenas unas horas, tras ésto actúan como si no hubiera pasado absolutamente nada.

Sin embargo, si el daño (de cualquier tipo) lo ha provocado una persona a la que ven aún más inferior que ellos mismos, no dudarán en hacerle pagar de forma desmesurada hasta sentirse satisfechos.

Ante ésto hay varias opciones: intentar arreglarlo y cansarse de esa asquerosa actitud, pasar completamente sin arreglar nada o seguir agachando la cabeza hasta que a ellos les dé la gana de perdonarte.
Todos los humanos son idiotas y los niños son aún peor

La opción más correcta moralmente sería la primera, no somos los felpudos de nadie y no tenemos que estar eternamente soportando el exagerado castigo que el otro nos ha querido imponer por el simple hecho de no ser capaz de querer hablar las cosas como adultos.

Además de la propia actitud, hay otros añadidos como tener que averiguar qué ocurre cuando ésa persona nos retira la palabra o apenas nos trata bien y no somos conscientes del por qué; es un tipo de aspecto que realmente detesto, porque la persona se escuda en su dolor y usa como arma tu supuesto desinterés por el estado de ánimo de dicha persona si barajar la posibilidad de no habernos dado cuenta de lo que hemos hecho (por el motivo que sea) o considerar que el incidente carece de la gravedad que ellos mismos le dan, sacándolo totalmente del debido lugar que le corresponde.

No, no somos adivinos ni tenemos el poder de leer mentes o saber en todo momento si todas nuestras acciones os son ofensivas o no, y mucho menos si no ponéis un poquito de vuestra parte comunicadoos con los demás.

En resumen:
- Somos malos por haber hecho lo que os ha molestado o dañado
- Somos malos porque no nos damos cuenta o si creemos que no ha sido para tanto
- Somos malos si insistimos en arreglar las cosas y nos cansamos de que nos sigáis         tratando así
- Somos malos si pasamos del tema desde el primer momento (obviamente ésta sería la 
  única opción correcta si lo meditamos de manera lógica)
- Y, aunque nos tiremos eternamente lamiéndoos el culo para que nos perdonéis,   
  seguiremos siendo malos porque una vez hicimos lo que hicimos.

¿Qué hacer cuando digas lo que digas o hagas lo que hagas para ellos siempre va a estar mal? ¿Qué hacer cuando pides explicaciones y no te las dan? ¿qué hacer cuando aunque te defiendas con los argumentos mejor elaborados ellos se niegan a reconocer sus fallos y que están siendo excesivos?

Pasar.

Sólo cuando de verdad te hayas implicado intentando mejorar las cosas, sólo cuando hayas intentado hablar de mil maneras posibles, sólo cuando te des cuenta de que absolutamente nada les hará cambiar de opinión porque tienen una autoestima tan baja que, ahora que se encuentran en ventaja con su condición de "dolientes", utilizan toda la artillería pesada para hacerte a ti lo que no se atreverían a hacerles a quienes realmente les putea cada día porque son considerados por ellos como "superiores"......sólo entonces.......

Pasa.

Y no sientas remordimientos, es cierto que si ésa persona te importa y te trata así lo vas a pasar mal los primeros días, pero son solo eso, días.

A lo largo de la semana, cuando te des cuenta de que todo ha sido inútil y que sólo cambiarán cuando a ellos les de la gana de hacerlo, empezarás a sentirte mejor. ¿Por qué sufrir por gente que encima creen que te mereces ese castigo, que ya está durando demasiado?

Como dijo una vez Homer Simpson en el capítulo 21 de la temporada 10, "Para ser amado hay que tratar bien a la gente todos los días, pero para ser odiado no hay que hacer nada de nada".

Y a ésto añado: haz bien 100 cosas, haz mal una, y las 100 se contarán como ninguna.

Gracias por dedicar unos minutos a ésta entrada; pasad un buen día.

Elyan Ibáñez

No hay comentarios:

Publicar un comentario