-
¡Vaaaaamos chicos! ¡A levantarse todo el mundo! ¡Hora de la
misióooooon! - comenzó a decir Demyx en un tono alegre.
Tras
zarandear a Squall, que volvió a mirarle con la misma hostilidad,
entró en la habitación del fondo para levantar al resto de
“Avalancha” junto con los nuevos añadidos; no sin antes golpear
la puerta varias veces con los nudillos. A ninguno pareció
importarle el entusiasmo con el que Demyx les despertó, incluso daba
la impresión de que, más que a invadir un peligroso edificio,
fueran de camping o a alguna excursión.
Una
vez levantados, todos se dirigieron hacia el almacén y, apartando la
enorme caja que tapaba la segunda puerta que Tecno encontró,
continuaron su camino por un pasadizo subterráneo que conducía a
unas escaleras de mano algo oxidadas. Salieron por la parte trasera
de
un edificio en ruinas y se dirigieron hacia el furgón que les
esperaba a un lado de lo que antes podría
haber sido una carretera en buen estado.
Snake
montó en el asiento de copiloto mientras que el resto ocupó el
enorme espacio de la parte trasera. Al grupo se le había unido una
persona más, aquella que estaba durmiendo mientras Snake les
explicaba a Tecno, Alhem y Elyze las pautas del plan: un muchacho con
el pelo de un llamativo rubio peinado en grandes mechones en punta
cerraba el paso; sus extraños ojos pasaban del azul al verde
conforme se iban acercando a la pupila y cargaba a la espalda una
gruesa espada tan grande como él. Snake lo presentó con el nombre
de Cloud y éste saludó tímidamente estrechando la mano de cada
uno.
En
el furgón todos se veían algo tensos por la situación salvo Demyx,
que no paraba de canturrear una cancioncilla inventada a la espera de
que el vehículo se pusiera en marcha. Había varias ventanas a cada
lado del furgón, que ahora estaba cerradas, y una más conectaba la
parte trasera con la cabina del conductor; el suelo estaba lleno de
varios chismes, entre ellos un par de cajas grandes y varias mantas
que podrían usar para esconderse cuando así lo indicaran.
Un
par de golpes hicieron que todos miraran hacia donde estaba Snake,
que se dirigió a ellos con seriedad.
-
¿Estáis todos listos? Ya sabéis el plan, así que tratad de
hacerlo lo mejor posible. Cuando el Capitán Falcon, nuestro
conductor, llegue a la primera aduana os daré la señal para que os
escondáis mientras él convence a los soldados – resumió él –
Hacedlo bien y no tendremos que luchar.
Asintieron
en silencio, Elyze estaba algo nerviosa y su respiración era
entrecortada; se sentía sola en medio de mucha gente y a la vez
notaba que en su mente los conocía a todos debido a su don. Mirara
donde mirase multitud de palabras y recuerdos de la vida de los allí
presentes inundaban su mente sin que ella pudiera impedirlo; y lo
mismo les pasaba a Tecno y Alhem, que prefirieron guardar el secreto
por precaución. Squall la miró de reojo unos segundos, notando su
tensión, pero prefirió ignorarla.......no estaba allí para ser
condescendiente ni empático, tenía una misión que cumplir.
Conforme
se fueron acercando a la aduana, Tecno, Alhem y Elyze pudieron notar
que la mente de Snake andaba algo turbia, pues una pregunta que se
hizo a sí mismo sobresalió entre la multitud de recuerdos de las
otras personas como una clara luz que se abría paso entre las
sombras. Todo se hizo negro para ellos, tan sólo podían ver a Snake
en ese momento, que se mesaba la barbilla claramente preocupado.
-
“¿En qué año nací.....?” - pensó él.
En
ese momento, los 3 muchachos trataron de encontrar casi
instintivamente la respuesta a dicha cuestión; ninguno sabía qué
era lo que les impulsaba a buscarla, sólo sabían que era algo
importante y que, si conseguían responderle bien podría pasar algo
bueno; además de ayudarle a recordar algo más de su pasado. Pero el
destino quiso que ninguno hallara la respuesta......
Sin
apenas darse cuenta, Snake se olvidó completamente de que debía
avisar a sus compañeros para que se escondieran, ya que estaban
llegando a la aduana. Estaba tan absorbido por su pregunta personal,
tan alejado mentalmente del resto, que no reparó en la misión y,
por culpa suya, los soldados abrieron la parte trasera del furgón
descubriendo al equipo.
En
cuestión de segundos, Tecno, Alhem y Elyze se pusieron en posición
de ataque; a pesar de que ninguno se esperaba el despiste de Snake,
los nervios y la tensión les hicieron reaccionar rápidamente y más
que esperar a que los 3 soldados empezaran a dispararles, fueron
ellos quienes comenzaron la lucha.
Tecno
desenfundó su pistola con la velocidad del rayo y disparó a uno de
los soldados dándole en el hombro mientras que Alhem dejó K.O. a
otro de un solo golpe con su nunchaku. Elyze sin embargo no calculó
bien y tan pronto como se hubo levantado tropezó levemente sin
llegar a caerse al suelo.
El
soldado que había sido herido por Tecno disparó a su vez contra
ellos pero su bala rebotó en la hombrera de Tecno, que sonrió
alegremente mientras se limpiaba la carbonilla que había soltado la
bala en su traje. El tercer soldado tuvo peor suerte todavía, su
fusil se había trabado y no consiguió disparar a nadie, perdiendo
una oportunidad de atacarlos.
Elyze
volvió a intentar golpearles con su alabarda, que desenfundó sin
problemas, pero sus pies se enredaron con una de las telas del suelo
y de no ser porque Squall la sujetó a tiempo casi cae al suelo.
-
¿Quieres un relevo? - dijo él mirándola a los ojos, por suerte no
estaba más enfadado que de costumbre, más bien parecía calmado.
Ella
negó con la cabeza y, juntando las manos, comenzó a murmurar el
hechizo Última mientras el resto continuaba con la refriega. Tecno
se lo estaba pasando tan bien que empezó a tomárselo como un juego
de puntería, disparó de nuevo pero esta vez no le salió tan bien
la jugada; los soldados también tenían armaduras y su bala rebotó
en el peto del que estaba pendiente de hacer funcionar su rifle,
aunque falló el disparo no impidió que siguiera sonriendo.
El
elfo sin embargo quería acabar esto cuanto antes para echarle la
bronca a Snake, ¿cómo había podido despistarse de esa forma? Otro
de sus golpes apartó a uno de los soldados, que intentaba golpearle
con el arma en la cara; el impacto le empujó hacia atrás varios
centímetros.
De
repente, todo alrededor de ellos se bañó con una luz verde y los 3
guardias salieron despedidos por una extraña fuerza que los empujó
lejos de allí; el hechizo Última de Elyze había salido a la
perfección, dando fin a la lucha.
Demyx
vitoreó entusiasmado la actuación de los 3 muchachos, actuaron tan
deprisa que no les había dado tiempo a ninguno de echar mano de las
armas, y tan impecablemente que casi no habían perdido tiempo con
los guardias. Squall cerró las puertas del furgón y se sentó de
nuevo mirando hacia donde estaba Snake, que ahora se sostenía la
cabeza con una mano.
-
Perdonadme, no sé qué me ha pasado exactamente; – se disculpó él
– por un momento no era capaz ni de pronunciar palabra alguna.
Gracias por la rápida actuación, no pasará de nuevo.
Dicho
esto, el Capitán Falcon le dio unas palmaditas en la espalda y puso
en marcha el vehículo, que cruzó deprisa la aduana para no perder
más tiempo; tenían aún un largo camino que recorrer y cuanto antes
llegaran antes podrían poner en marcha la segunda parte del plan y
antes rescatarían a Jak.
-
¿Cuánta distancia hay desde aquí hasta la sede de CIPHER? -
preguntó Alhem, parecía no gustarle mucho lo de viajar en un
vehículo.
-
Pues bastante muchacho, pero si continuamos con esta velocidad no
creo que tardemos más de unos 15 minutos en llegar hasta la zona
donde dejé el segundo furgón – contestó el Capitán sin perder
de vista la carretera.
El
traqueteo que producía el vehículo se volvió algo más pronunciado
cuando salieron a carretera, si es que a aquél suelo mal asfaltado
se le podía llamar así; a pesar de que la misión era bastante
peligrosa y que debían andar con mucho cuidado, el hecho de verse
los uno a los otros allí les daba algo más de tranquilidad al
pensar que no estaban solos en esto.
Tecno
se entretuvo manipulando cuidadosamente la pistola que había
conseguido robar de uno de los soldados antes de que Squall cerrara
las puertas del furgón, todas las herramientas que necesitaba las
llevaba siempre, o al menos desde que podía recordar, ancladas al
improvisado cinto que tenía en el brazo izquierdo; Luigi le
observaba prestando máxima atención a lo que su nuevo amigo estaba
construyendo, se le veía tan enfrascado en su proyecto que decidió
no hablar para evitar distraerle. Luego éste levantó la cabeza y le
preguntó:
-
¿Habéis traído algún tipo de explosivo, Luigi?
Él
se levantó, cogió una bolsa que había dejado en el centro y se la
acercó a Tecno, que observó maravillado el contenido: 5 bombas del
tamaño de una pelota asomaban por la apertura de la bolsa; tenían
dos ojos blancos alargados, una mecha corta y una manivela para
darles cuerda.
-
Muy curiosas, y más grandes de lo que me esperaba – comentó
mientras cogía una entre sus manos - ¿Puedo probar algo con ellas?
Luigi
exclamó alarmado ante la posibilidad de que explotasen allí mismo,
pero Tecno le aseguró que sabía lo que hacía y que no había
motivos para preocuparse.
-
Por algo me llaman “el bombas”, ¿no? No te preocupes, hoy sólo
volará CIPHER por los aires – una sonrisa tranquilizó a Luigi,
que volvió a tomar asiento contemplando de nuevo el laborioso
trabajo de Tecno.
El
resto del grupo esperaba tranquilamente en sus asientos pensando en
sus cosas, Squall no le quitaba ojo a Tecno y Demyx parecía
disfrutar del viaje; en general todos estaban un poco más
relajados.....todos salvo Cloud, que comenzó a respirar más
profundamente mientras miraba al techo del vehículo.
Alhem,
que gracias a su don empezaba a conocerle mejor, soltó una risita
por lo bajo mientras Elyze miraba con preocupación a su compañero;
tenía muy mala cara y no paraba de apretar los puños. Ella
sabía al igual que el elfo lo que le estaba pasando, pero, en vez de
reírse de su estado, prefirió intentar echarle una mano para
ayudarle a superarlo.
-
¿Todo bien Cloud? - dijo con tono dulce para tratar de calmarlo.
-
Yo....sí. Ya se me pasará.....- cerró fuertemente los ojos y se
agachó en su asiento metiendo la cabeza entre las piernas mientras
cogía aire por la nariz y lo echaba por la boca lentamente una y
otra vez.
-
Espera....¿no me digas que te estas mareando? - soltó Squall con el
mismo tono que le caracterizaba.
El
comentario hizo que todos los presentes se giraran para mirarle,
salvo Tecno, que aún estaba concentrado modificando su nuevo
proyectil; Luigi se levantó de su asiento y se acercó a Cloud
poniéndole una mano en el hombro, preocupado por
él.
-
¿Mareo? ¿En serio? - comentó Demyx curioso - No tiene muy buena
pinta......
-
Te ha faltado tiempo para llamar la atención, ¿eh, Cloud? - añadió
el elfo sin abandonar la sonrisa pícara - ¿Por qué no le dijiste
al resto que te mareabas en los vehículos? Es lo mínimo que
deberían saber, ¡y más antes de ir de misión!
-
Yo....no lo sabía....- contestó él – No
tengo........recuerdos.......
Tras
ver el mal estado en el que se empezaba a encontrar su amigo, Luigi
le cogió del brazo y se lo puso en los hombros para que se apoyara
mientras trataba de levantarlo; Cloud se agarró a él para no caerse
y avanzó despacio hasta uno de los asientos que más cerca estaba de
la ventana.
Demyx
las abrió todas para que entrara el aire nocturno y Cloud se asomó
a la suya sacando al cabeza; se sentía tan mal en ese momento.....y
no sólo por su insospechado mareo, sino porque lo que menos quería
en el mundo era ser una carga para nadie. Estaba allí para ayudar y
proteger al resto, no para convertirse en un inválido y entorpecer
la misión; en ese momento su propia mente empezó a machacarlo por
su debilidad, lo que hizo que cada vez se sintiera peor consigo
mismo.
-
Madre mía......lo que nos faltaba – dijo Squall resoplando.
-
Por extraño que parezca estoy de acuerdo contigo Squall – secundó
Alhem – Si no mejora cuando lleguemos a CIPHER, que se quede aquí.
Yo no voy a ir cargando con nadie.
El
comentario llamó la atención de varios; Luigi le miró mostrando
lástima por Cloud, Demyx se puso serio unos segundos debido a su
desacuerdo y Elyze compartió con el elfo una fugaz mirada de
preocupación antes de frotar suavemente la espalda de quien lo
estaba pasando tan mal, como dándole ánimos.
-
Todo el mundo puede marearse, es propio de las personas – dijo
Tecno de repente, que aún seguía trabajando.
Luigi
le sonrió pero Squall ignoró completamente su comentario, parecía
preocuparle algo seriamente, algo que no estaba relacionado con lo
que ocurría en el furgón......como si realmente temiera que todo
pudiera salir mal en cuestión de segundos.
-
Conque no recuerdas nada, ¿no? - comenzó a decir el elfo, que se
levantó y se asomó a la ventana contigua a la que estaba Cloud para
mirarle a la cara – ¿Y si te digo.......?
Elyze
se levantó y se acercó a Alhem con cara de preocupación, luego le
susurró al oído:
-
Sé que tú también tienes ese poder, al igual que Tecno; pero no lo
uses a la ligera – dijo ella - ¿Qué pasaría si dices algo
inapropiado de su pasado o si no paras de revelarles la verdad
constantemente? Podrían volverse confusos y desconfiar de nosotros
por saber tantas cosas sobre ellos; sinceramente yo lo haría si de
pronto un desconocido viniera revelando multitud de eventos de mi
pasado.
-
Deja de preocuparte, sólo iba a hablarle de …..¡una iglesia! Y un
campo lleno de flores que crecía en su interior – contestó el
elfo en voz alta para que Cloud lo oyera. Él pareció reaccionar
tras estar unos minutos en silencio.
-
Yo.....creo que.....le compré una flor.....a una muchacha......-
balbuceó él - ¿Cuánto....me costó? ¿.....Y cómo se llamaba
ella?.......
Demyx
miraba curioso la escena mientras se acercaba a Cloud, que no se
movió del sitio. Tras un intercambio fugaz de miradas de complicidad
entre Alhem y Elyze, ambos decidieron que no pasaría nada malo si le
contestaban a esa pregunta.
-
1 Gil – dijo el elfo.
-
Ella.....se llamaba Aeris......- terminó Elyze.
Como
entendiendo esas palabras, Cloud cerró lentamente los ojos y las
sintió tan verdaderas en su interior que no había forma alguna de
desmentirlas.
-
Es verdad.......lo que me ha dicho Luigi.......- dijo él, aún
mareado – Tenéis..........un don.......extraño.
-
Vengaaaaa no te pongas tan melancólico – cortó Demyx, que le
estaba revolviendo el pelo cariñosamente – Ya lo irás recordando
todo.....todos lo haremos, ¿verdad?
Esto
último lo dijo mirando a Elyze y al elfo, que hicieron como que no
le habían escuchado y volvieron a sus respectivos asientos; pero
Demyx sabía que ellos le habían oído perfectamente, simplemente lo
dejó correr y trató de hacer que su amigo se sintiera mejor
masajeándole la espalda.
El
resto de viaje transcurrió sin incidentes hasta que llegaron a la
segunda aduana; ésta vez Snake no tuvo problemas para advertirles
que se escondieran, y ellos comenzaron a taparse con las mantas del
suelo. Elyze cogió a Cloud para apartarlo de la ventana mientras la
cerraba; él estaba tan mareado que en el momento mismo en que le
movió de sitio la agarró de la cintura cerrando los ojos en un acto
reflejo para sorpresa de ella.
Ambos
cayeron al suelo y Elyze agarró una manta y lo cubrió todo
rápidamente mientras contenía la respiración; la fuerza con que la
agarraba Cloud le estaba oprimiendo un poco el pecho y se sintió
terriblemente incómoda durante todo lo que duró la inspección. Era
la primera vez desde que puede recordar que un hombre la abrazaba con
tanta firmeza, y aunque sabía que era producto del mareo, ya que sus
brazos temblaban levemente, fue capaz de anteponer su incomodidad a
su empatía aún siendo consciente de que era él quien peor lo
estaba pasando.
De
modo que, cuando hubieron pasado la aduana sin problemas, ella apartó
a Cloud de un empujón y se sentó en el otro extremo del furgón;
justamente al lado de Squall, que observó la escena con cierta
sorpresa.
-
Hey, no seas tan bruta – le recriminó Demyx aún sin perder la
sonrisa – El pobre lo está pasando mal.
Levantó
a Cloud, que se agarró a él de la misma manera que hizo con Elyze,
y lo acercó de nuevo a la ventana para que respirara el aire de
fuera. Ahora se sentía aún más culpable, por no haber podido
controlarse seguramente ahora Elyze estaría enfadada con él; ¿por
qué tenía que pasarle esto cuando más necesitaba estar bien para
ayudar a los demás? ¿Iba a ser siempre así? No....esto tendría
que mejorar, no iba a permitir que por su culpa ellos fracasaran.
-
¡Tacháaaaan! - dijo de pronto Tecno - ¡Mi trabajo por fin
acabado!
Todos
se giraron para mirar lo que Tecno les mostraba con gran orgullo; 2
de las bombas habían sido ingeniosamente modificadas con tan solo un
par de herramientas, de modo que cuando se activaran, éstas se
elevarían en el cielo para, segundos después, lanzarse en picado
contra el enemigo.
También
enseñó lo que había hecho con la pistola que le había arrebatado
al soldado de CIPHER, la parte de atrás la había abierto para que
cupiera una bomba y encima del cañón había colocado un mechero
improvisado, que se encendería en el momento en que apretara el
gatillo; la bomba saldría disparada en la dirección en la que
apuntase, encendiéndose con la pequeña llama, y el impacto sería
el mismo que si la hubiera lanzado con sus propias manos, solo que
con ése chisme la velocidad sería mayor, haciendo más complicado
esquivarla.
-
Menuda maravilla, ¡eres un genio tío! - felicitó Demyx – Ese
trasto es realmente curioso.
Luigi
acercó tímidamente una mano para tocarlo y Tecno dejó que cogiera
el arma; estaba un poco sucia por algunos lados pero se notaba que le
había puesto todo su empeño. Luigi pensó que más que un guerrero
parecía un artesano y por su mente pasó la ilusión de que llegara
el día en que el mundo ya no necesitara las armas para resolver los
problemas....un día en que la culpa que le corrompía por no haber
podido salvar a su hermano desapareciera para siempre.
¿Dónde
estaría ahora Mario? ¿Lo habrían capturado de nuevo tras morir por
culpa de Luigi? Una cosa estaba clara, no descansaría hasta haberle
dado su merecido al cruel científico que lo usó de escudo humano
para evitar que el ataque de Luigi le alcanzara. Desde entonces, se
lamenta profundamente cada vez que alguien pregunta por su hermano,
se siente tan culpable de no haber podido salvarle que es incapaz de
pronunciar una sola palabra hasta que pasan unos minutos.....pero
ahora no estaba solo, ahora podría enmendar su error y vengarle.
Finalmente
llegaron a una explanada desde la que se veía Shadow Moses en la
lejanía, y más al fondo estaba CIPHER S.A., esperando imponente a
que ellos se atrevieran a desafiar a quienes moraban en su interior.
Allí les estaba esperando el furgón que Snake les había
mencionado.
Tras
aconsejarle éste a Tecno que quizás debería quedarse con él por
si recuerda algo de la sede, todos bajaron del furgón salvo Demyx,
que tenía que quedarse también con Snake. Alhem comprobó que Cloud
seguía mareado, ya que éste necesitaba apoyarse en Luigi para poder
caminar bien, de modo que, cogiéndole de mala manera, le empujó sin
miramientos hasta la puerta del segundo furgón.
Luigi
corrió hasta él para ayudarle a subir y, por culpa de eso, casi se
queda atrás ya que Squall arrancó el vehículo en el mismo
momento en el que se había sentado en el asiento del conductor;
Elyze decidió acompañarle como copiloto y el resto esperaban en la
parte trasera. Luigi no aprobó los métodos de el elfo, pero a éste
no pareció importarle en absoluto.
-
¡Tú! - dijo cogiendo a Cloud del mentón bruscamente, éste le miró
a los ojos frunciendo el ceño- Ya te lo he dicho antes, como se te
ocurra entorpecer la misión, te dejo colgado; y me da igual si
estamos dentro de CIPHER o fuera, si nos rodean los soldados o si
estamos dentro de las tuberías. ¿Entendido?
Algo
se removió en el interior de Cloud y una profunda rabia invadió su
cuerpo por unos momentos, una furia que por suerte pudo contener
gracias en parte a la debilidad concedida por el mareo. Durante los
instantes en que la sintió, apretó los puños tan fuertemente que
casi los hizo sangrar y su expresión se volvió tan fiera que el
elfo decidió soltarle la barbilla por precaución; podía notar la
presión de su mirada y algo le decía que quizás era mejor no
decirle nada más por el momento.
Incluso
Cloud se sintió raro tras lo que acababa de pasar, una voz femenina
se había colado en su mente en aquél momento.....
-
“¿Quién es él para amenazarte de ése modo? ¿Cómo osa siquiera
ponerte la mano encima? Deberías matarlo en éste mismo
instante.....¿por qué no lo haces?”
Asustado
por lo que había pasado en su cabeza, Cloud casi se había olvidado
del mareo y ahora mostraba una expresión de shock; pero al estar
agachado nadie pudo darse cuenta de su estado. ¿De quién podría
ser esa voz? ¿Y por qué le habían dado tantas ganas de matar a
Alhem tras haberla escuchado?
Tratando
de acallar las dudas por un momento, intentó pensar en que ahora lo
prioritario era la misión y que debía estar al máximo para darlo
todo; mucha gente le necesitaba y él tenía que estar listo para
ayudarles. Finalmente, contestó con seriedad:
-
No te preocupes, te aseguro que no daré motivos para que tengas que
protegerme – aún guardaba en su voz un resquicio de la ira que
había sentido segundos antes, por lo que más que tranquilizarle,
parecía que le estaba advirtiendo.