miércoles, 8 de junio de 2016

CAPÍTULO 10: EN LAS PUERTAS DE CIPHER (RESUBIDO)

El primer furgón se acercaba despacio a la sede de CIPHER S.A. para no llamar mucho la atención de los guardias, de todos ellos Tecno era el que más nervioso estaba por la novedad de la situación, pero unas palmaditas de Demyx consiguieron relajarle un poco.

Una vez parados, Snake se volvió hacia la ventana que daba a la parte trasera mientras se colocaba encima el traje de soldado de CIPHER.

- Es una tapadera menos elaborada de lo que me gustaría pero lo cierto es que dentro de la sede esos soldados no se fijan mucho en los que van como ellos – dijo en tono serio – Allí hay una bolsa con las bombas que tú modificaste Tecno, mejor cógelas tú ya que, visto lo visto, eres más mañoso que el resto con esas cosas. No me gustaría imaginar los estragos que causarían si fuera Demyx quien se hiciera cargo de ellas.

Éste rió tras pensar unos segundos si debería hacerlo teniendo en cuenta la situación en la que estaban y si Snake lo había dicho como una broma; realmente le estaba costando adaptarse a algunos momentos y no sabía cómo debía sentirse exactamente.....o cómo debía fingir en su caso. Lo que sí estaba claro es que su reacción siempre tenía resultados cuando estaba delante de otras personas.

- Encantado de cargar con los explosivos – respondió Tecno, que había conseguido calmarse del todo - ¿Dónde están los disfraces? Oh, gracias Demyx.

Tras haberse ajustado los trajes, Snake procedió a explicarles lo que tendrían que hacer a continuación.

- El plan es entrar por la puerta principal como si fuéramos soldados corrientes para averiguar en qué planta se encuentra el laboratorio del científico. Nuestro contacto interno nos avisó de que allí encontraríamos una de las 2 claves necesarias para acceder al lugar donde guardan el artefacto, de modo que sólo nos queda saber dónde se encuentra ese lugar. ¿Alguna pregunta?

- Eeeh.... - comenzó a decir Tecno - ¿Podemos fiarnos de la información que os da ése contacto interno? Ya sabes....muchas veces suele ser una trampa para atraernos.

- Te puedo asegurar que está de nuestra parte; gracias a que puso cámaras alrededor de nuestra base nunca nos han encontrado y el sistema de ganchos que te trajo hasta nosotros corrió de su cuenta. No es momento de vacilar, Tecno.

- Ah sí......menos mal que pusisteis cojines para amortiguar la caída – dijo soltando una risa – Vale, sólo quería asegurarme de que no nos estaban poniendo una pistola en la espalda; siento haber dudado. ¡Vamos a por esa clave!

Demyx sonrió al ver el entusiasmo de Tecno y todos salieron del furgón tranquilamente salvo el capitán Falcon, pues su tarea era únicamente traerlos a CIPHER sin que fueran detectados. El resto ya era cosa de los demás.

En el momento en que cruzaron la puerta principal a Tecno le invadió de nuevo una gran tensión, las manos comenzaron a sudarle y por su mente pasaban fugaces retazos de recuerdos sobre ese lugar; Snake tenía razón, realmente el sitio le sonaba muchísimo, pero aún le estaba costando acordarse de todo lo vivido allí.

Sus compañeros notaron su nerviosismo y, para que se le fuera pasando, Snake empujó levemente a Tecno para que comenzara a caminar, ya que se había quedado paralizado en el sitio.

- ¿Te va sonando algo? - preguntó él.

- Ssí.....algo sí que me suena....- respondió él, la voz se le trababa un poco por culpa de los nervios – pero será mejor que....sigamos andando.

Bajo la mirada de algunos soldados que pasaban por allí, los tres rebeldes continuaron su búsqueda subiendo al primer piso; Tecno sufrió un dejavú que le mostró que claramente el laboratorio no estaba en aquella planta, por lo que continuaron subiendo.

La segunda le hizo dudar algo más pero, tras concluir que en aquél sitio tampoco estaba, siguieron su marcha por la tercera planta; allí Tecno estaba tan sumamente perdido como el resto, pues no conseguía sacar nada claro de los pocos recuerdos que tenía en ese momento.

Un soldado se les acercó tras ver que sus “compañeros” estaban muy parados; alarmados ante el posible peligro, intentaron contenerse todo lo que pudieron y se metieron en su papel.

- Perdonad, pero me parece que andáis algo despistados, ¿os puedo ayudar en algo? - dijo el soldado, que se mostró más amable de lo que el grupo había imaginado; un golpe de suerte, al fin y al cabo.

- Sí, mira – comenzó Snake – nos han mandado a por algo al laboratorio pero.....

- Es que somos nuevos y no sabemos exactamente dónde está – secundó Tecno – y como aquí vamos todos igual vestidos supusieron que ya nos conocíamos el lugar.

Demyx asintió apoyando lo que Tecno acababa de inventar, parecía bastante convincente y el soldado se mostraba comprensivo ante los argumentos que esgrimían sus dos amigos; era cuestión de minutos que les revelaran dónde se encontraba el laboratorio. Pero como siempre pasa, la suerte se pasa volando.

Otros soldados del fondo le llamaron la atención diciendo que le necesitaban para patrullar las calles de Shadow Moses, por lo que, tras disculparse ante el grupo de rebeldes, les dejó allí plantados mientras se reunía con el resto.

- Qué mala pata....con lo bien que estaba saliendo todo – dijo Demyx en voz baja.

- Sólo nos queda continuar y probar suerte con otro soldado – comentó Snake mesándose la barbilla – Aunque parece que los demás están demasiado ocupados.....En cualquier caso tenemos que seguir adelante sin llamar mucho la atención.

Durante su marcha por la cuarta planta Tecno se quedó parado de repente, los demás se volvieron algo preocupados para saber qué le pasaba pero, en cuanto le vieron sonreír, todas sus dudas se esfumaron de golpe: el lugar donde se había detenido era frente a un ascensor en el que ninguno de ellos se había fijado, aunque no es de extrañar ya que allí todas las plantas eran iguales. Todas salvo esa, que tenía un ascensor de más donde normalmente sólo había pared.

- ¿Es éste, Tecno? - preguntó Snake - ¿Seguro que éste ascensor nos llevará al laboratorio?

- Sí, no hay ninguna duda; es la peculiaridad que tiene este piso: un ascensor de más – dijo convencido – Recuerdo.......verlo muy a menudo y sé que es único; estamos en el lugar correcto.

- Perfecto, vamos entonces. No hay un segundo que perder.

Tecno y Snake entraron en el ascensor y, cuando iban a pulsar el botón de bajada, repararon en que Demyx aún no había puesto un pie en él; algo le estaba deteniendo, se sentía sencillamente incapaz de dar un paso debido a los recuerdos que ahora cruzaban su mente.: el laboratorio, el horrible trato que el científico tuvo con él......la pérdida de su corazón.

- Demyx, vamos – le dijo Tecno – no puedes echarte atrás ahora; ¿qué es lo que te pasa?

- Yo.....no puedo.....- dijo él, movido por una profunda ansiedad – No puedo......

Tecno salió del ascensor y cogió del brazo suavemente a su amigo, que sin duda estaba sufriendo por culpa de lo que fuera que se le estuviera pasando por la cabeza; una vez estuvieron dentro, Snake pulsó rápidamente el botón por si a Demyx se le ocurría salir corriendo. Conforme fue bajando, más aumentaba la ansiedad; la presión era tan asfixiante en el interior de Demyx que se quitó el casco de soldado y comenzó a respirar con más rapidez, denotando lo mal que se estaba empezando a encontrar. Tenía tanto miedo que, de no ser porque el ascensor estaba cerrado, habría corrido como nunca en su vida para escapar de aquél lugar y no volver jamás.

- Demyx....tranquilo – empezó a decir Tecno – Sólo vamos a bajar, conseguir la clave y salir de allí rápidamente.

- Tú....no lo entiendes....- dijo él – yo....mi corazón.....Fue el científico quien hizo que desapareciera.

Tanto Tecno como Snake palidecieron ante el comentario de su amigo; ¿tan terribles eran los experimentos de aquél hombre como para poder quitarle a alguien un corazón? Normal que el pobre muchacho estuviera sufriendo un ataque de ansiedad, ¿quién sería capaz de aguantar la situación después de lo que había pasado?

- Demyx, tienes que superarlo – comenzó Snake – Piensa que estamos haciendo esto para conseguir la liberación, podrás volver a tu mundo si todo sale bien.

- Escúchame – dijo Tecno mirándole a los ojos - eres fuerte Demyx, siempre estás riéndote a pesar de todo y aunque seas incapaz de sentir las cosas por la falta de corazón has demostrado ser más persona que muchos otros. Tú puedes con esto, sabes que sí; sólo debes seguir sonriendo ante la adversidad como has hecho siempre. ¿Estás conmigo?

En ese momento, su amigo cerró los ojos encajando las palabras que acababa de escuchar; en todo lo que llevaba en “Avalancha” sólo una persona antes que él había mostrado esa empatía y le había dado fuerzas para continuar......sólo Cloud, de entre todos los demás, se había preocupado realmente por él animándole en los momentos en que le veía más decaído.

Ahora Tecno estaba suplantándole, aunque las palabras eran casi las mismas que las que decía su querido amigo, Demyx pudo notar que Tecno las estaba sintiendo realmente y que quería que se encontrara mejor; no sólo por la misión, sino también para que se sintiera bien consigo mismo.

Tras pensarlo, reunió todas las fuerzas que tenía y le dedicó a Tecno otra de sus falsas sonrisas; agradecido por lo que acababa de decirle....o al menos así quiso mostrarlo, ya que era incapaz de sentir nada positivo en lo más profundo de su alma. Igualmente sirvió para que su amigo le devolviera el gesto.

- Gracias......- consiguió decir tras haberse calmado.

La escena hizo que Snake sonriera también, ése era el tipo de compañerismo del que les había hablado y que sólo las buenas personas eran capaces de mostrar incluso entre desconocidos; ahora estaba seguro de que la misión sería un éxito siempre y cuando el resto de miembros de la resistencia se mostraran tan empáticos y colaboradores como lo estaba siendo Tecno ahora mismo.

De pronto, el ascensor se paró en seco y las puertas se abrieron lentamente para mostrarles el lugar al que habían llegado: un largo pasillo se abría ante ellos llegando hacia una puerta que quedaba muy al fondo, pasando antes por otra que parecía más grande de lo normal. A su derecha había otro pasillo que daba a una habitación que quedaba fuera de su alcance visual; pero lo más sorprendente de todo era que el suelo estaba cubierto por una capa de hielo, al menos 5 centímetros separaban sus pies de la placa de metal.

- Recuerdo esto......- dijo Demyx de repente – Siempre hacía este frío.....él...él era en sí mismo frío.....

El silencio inundó el lugar por un momento y todos compartieron una mirada complicidad antes de ponerse en marcha; andaron con sumo cuidado por la estancia, pues aún no sabían si estaban solos o si el mismo científico pululaba por allí en esos momentos.

Tras asomarse con cuidado al ventanal redondo de la puerta más grande, Tecno pudo comprobar que la enorme estancia estaba vacía, además de haber deducido por la disposición del lugar que ese era efectivamente el laboratorio que tanto estaban buscando. Empujó la puerta despacio para comprobar si estaba cerrada pero, para sorpresa de todos, ésta se movió hacia adentro sin ningún problema; ¡menuda suerte estaban teniendo!

Manteniéndose aún alerta, Snake y Tecno entraron en el laboratorio y comenzaron a examinar cada rincón en busca de alguna pista que les indicara dónde estaba la clave; de nuevo fue Demyx quien se quedó rezagado, se sentía incapaz de dar un paso más.

- Demyx, si te cuesta entrar en el laboratorio, quédate haciendo guardia, ¿vale? Así no te sentirás tan incómodo – indicó Tecno viendo que su amigo volvía a tener esa expresión seria que tan poco le pegaba después de ver su alegría anterior.

- De acuerdo – fue lo único que respondió antes de invocar su sitar y darles la espalda.

El lugar era bastante grande, muy típico para las cosas que se hacían allí; olía a limpio y las 2 camillas metálicas que encontraron a la izquierda parecían nuevas del brillo que despedían; nadie hubiera dicho que aquél lugar había sido testigo de varios experimentos con humanos.

Detrás de las camillas había colocadas en paralelo 3 o 4 mesas mucho más alargadas y llenas de cajones que Tecno y Snake comenzaron a inspeccionar sin éxito, ya que todos ellos estaban vacíos, como si nadie los hubiera utilizado nunca. Lo más curioso de aquél sitio es que carecía totalmente de ventanas, por lo que la luz que les alumbraba era totalmente artificial.

Las probetas que inundaban la mesa estaban vacías y los puntiagudos utensilios se veían limpios y listos para ser utilizados de nuevo; a Tecno se le pusieron los pelos de punta con tan solo mirarlos. ¿Serían esas las herramientas que el científico usó con Demyx? No había duda, desde luego que era un carnicero.

- ¿Has encontrado algo, Tecno? - preguntó Snake algo cabreado, su búsqueda tampoco había tenido el éxito que esperaba.

- Nada, lo siento – contestó él, con la misma decepción – Sólo nos falta por mirar aquél escritorio de allí.

El lugar al que señalaba estaba en el extremo derecho de la gran sala, donde un escritorio de madera ocupaba la esquina; su superficie estaba llena de papeles un poco desordenados y tenía 2 cajones a ambos lados. Era su última opción, de modo que se acercaron esperando encontrar algo.

Cuando ya estaban cerca, Tecno pudo escuchar una tenue pero rápida respiración proveniente del mueble, lo que le dejó congelado en el sitio. Alarmado por su descubrimiento, hizo un gesto a Snake para que dejara de caminar hacia el escritorio y le dijo en susurros que había alguien escondido debajo.

- Rodéalo por el lado izquierdo, yo me acercaré por el derecho para que no escape – dijo Tecno en voz baja.

Asintiendo, Snake se colocó en la posición indicada mientras desenfundaba su pistola y mirándose ambos con seriedad, se asomaron a la vez apuntando con sus armas a quién estaba debajo del escritorio. Su sorpresa sólo fue superada por la de la persona que los observaba muerto de miedo.

¡Un niño! ¡La persona que estaba escondida bajo el escritorio era solamente un niño! El crío estaba tan asustado que apenas podía pronunciar una palabra, tenía las manos pegadas a la boca y temblaba de manera preocupante.

- ¿En serio? ¿Un crío? - dijo Snake como aliviado – Joder, menudo susto.

- Para susto el que tiene él – secundó Tecno riéndose – Hey pequeñajo, ¿qué estás haciendo en un sitio como éste?

- Por favor.....- consiguió decir él – machaos, por favor.

El niño tenía el pelo rubio y levantado por delante, vestía unas bermudas vaqueras y una camiseta de rallas rojas y amarillas; bastante normalito si se compara con la gente que se habían encontrado antes.

- ¿Alguna novedad? - dijo Demyx desde la puerta, parecía preocupado de que tardaran tanto.

- Nada, sólo hemos encontrado un niño aquí escondido – respondió Snake, que estaba inspeccionando el primer cajón. Por desgracia éste estaba vacío.

- Chico, ¿cómo te llamas? - preguntó Tecno, que ya le estaba dando algo de lástima aquél zagal.

- Lucas.......

- Mira Lucas, este sitio es peligroso, deberías salir de aquí cuanto antes.

-Yo...no puedo irme......- dijo él con tristeza- ¡Pero vosotros sí deberíais iros de aquí! Si vuelve el científico no sé lo que hará con vosotros.

- ¿Cómo es ese científico?

- Pues....- se cortó a sí mismo, no estaba seguro de si debía ayudar a esa gente, aunque si le describía cómo era aquél hombre, por lo menos podrían identificarle cuando le vieran aparecer – es...alto, muy alto; y tiene el pelo rubio y largo....hasta los hombros. Y los ojos son verdes.

Tecno miró a Snake para ver si a él le sonaba de algo el hombre que le estaba describiendo Lucas pero él se encogió de hombros y le instó a que siguiera buscando en los cajones; no tenían tiempo para perderlo con aquél niño, se estaban jugando mucho y debían ser eficaces en su parte del plan.

- Bueno, de todas formas no voy a dejar que te quedes aquí – dijo Tecno abriendo el primero de los cajones que estaba en su lado, tampoco encontró nada en él – Oye, ¿hay algo aquí que pueda servirnos para encontrar la clave?

- Yo....no debería.....- dudó, el solo hecho de pensar en el científico provocaba pavor en Lucas y no quería sufrir más daño,pero por otro lado tampoco quería que ellos sufrieran su ira – Por favor, ¡marchaos!

- Lucas tienes que ayudarnos, si nos dices dónde está la clave te prometo que haré lo que sea para sacarte de aquí – Tecno le cogió de los hombros y obligó a que le mirara tratando de hacerle llegar sus buenas intenciones.

- Yo....la clave.....no está aquí.

- ¿Cómo dices? - interrumpió Snake alarmado.

- Esto...lo que quiero decir es que no está en el laboratorio.....- terminó Lucas – aquí lo que hay es la llave que abre la puerta del fondo.....allí es donde tiene escondida la clave.....

- Vale.....parece que no nos queda otra opción – concluyó Snake – Ya hemos revisado todos los cajones salvo estos dos, como no esté aquí la llave tendremos que abrir la puerta.

- ¿Con explosivos? - preguntó Tecno entusiasmado mientras abría otro cajón.

- ¿Quieres que nos detecten antes de saber nada? No seas burro, ya habrá tiempo para explosivos.

- Es una promesa – dijo él mientras examinaba el interior del mueble. Todo lo que había eran papeles y una pequeña esfera de color verde, parecía ligeramente agrietada y era idéntica a la esfera que él llevaba consigo desde que despertó en aquél callejón salvo por la palidez del color – Materia.....

Las materias eran esferas que encerraban el poder mágico de un elemento y sólo quien poseía los conocimientos necesarios era capaz de usar la magia que enceraba para lanzarla contra el enemigo; tenía tantos usos como poder mágico poseyera el portador, de modo que ésta sólo dejaría de producir magia cuando el dueño no pudiera más por cansancio. La materia que poseía Tecno le daba la habilidad de lanzar rayos contra el enemigo.

- ¡Aquí está la maldita llave! - exclamó de repente Snake, contento de haber encontrado por fin algo de provecho - ¿Es esta?

Lucas asintió en el mismo momento en que posó sus ojos en ella, estaba hecha de cristal pulido y era bastante grande; pero eso no le quitó de encima el miedo que le atenazaba, pues aún se negaba a moverse del sitio; siempre temiendo que llegara aquél hombre.

- Bueno, si no puedes irte quizás es mejor que no lo hagas – reflexionó Tecno un momento - a fin de cuentas aquí no hay nadie y es un buen sitio para ponerse a salvo. Demyx, ¿puedes venir, por favor?

Éste se giró, aún temeroso, pero en cuanto vio al pobre chaval temblando en el suelo trató de cambiar de expresión para no asustarlo más todavía; hizo acopio de todas sus fuerzas para mostrarse amigable a pesar de todo.

- ¿Quieres que me quede con él? - dijo Demyx cuando llegó hasta ellos.

- Al menos cuídalo hasta que encontremos la clave en la sala del fondo – su humanidad no le permitía estar tranquilo si no ponía a salvo a ese niño antes de continuar con la misión.

- Cuenta conmigo Tecno – sonrió él a la par que levantaba el pulgar.

- Bueno vámonos ya, estamos perdiendo un tiempo muy valioso – apremió Snake.

Echaron a andar con paso ligero cruzando la estancia en pocos segundos y, justo cuando habían alcanzado el umbral de la puerta del laboratorio, descubrieron con horror que varias personas les cerraban el paso; Tecno y Snake se quedaron quietos en el mismo momento en que los vieron allí esperándoles.


- Un hombre alto......muy alto.......con el pelo rubio y largo......hasta los hombros....- dijo Tecno, para sí mismo recordando la descripción que Lucas le había dado hace unos momentos del científico. Encajaba a la perfección con la imagen del hombre que tenía enfrente acompañado por 2 soldados.....


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