miércoles, 21 de mayo de 2014

CAPÍTULO 9: AVALANCHA EN CAMINO

- ¡Vaaaaamos chicos! ¡A levantarse todo el mundo! ¡Hora de la misióooooon! - comenzó a decir Demyx en un tono alegre.

Tras zarandear a Squall, que volvió a mirarle con la misma hostilidad, entró en la habitación del fondo para levantar al resto de “Avalancha” junto con los nuevos añadidos; no sin antes golpear la puerta varias veces con los nudillos. A ninguno pareció importarle el entusiasmo con el que Demyx les despertó, incluso daba la impresión de que, más que a invadir un peligroso edificio, fueran de camping o a alguna excursión.

Una vez levantados, todos se dirigieron hacia el almacén y, apartando la enorme caja que tapaba la segunda puerta que Tecno encontró, continuaron su camino por un pasadizo subterráneo que conducía a unas escaleras de mano algo oxidadas. Salieron por la parte trasera de un edificio en ruinas y se dirigieron hacia el furgón que les esperaba a un lado de lo que antes podría haber sido una carretera en buen estado.

Snake montó en el asiento de copiloto mientras que el resto ocupó el enorme espacio de la parte trasera. Al grupo se le había unido una persona más, aquella que estaba durmiendo mientras Snake les explicaba a Tecno, Alhem y Elyze las pautas del plan: un muchacho con el pelo de un llamativo rubio peinado en grandes mechones en punta cerraba el paso; sus extraños ojos pasaban del azul al verde conforme se iban acercando a la pupila y cargaba a la espalda una gruesa espada tan grande como él. Snake lo presentó con el nombre de Cloud y éste saludó tímidamente estrechando la mano de cada uno.

En el furgón todos se veían algo tensos por la situación salvo Demyx, que no paraba de canturrear una cancioncilla inventada a la espera de que el vehículo se pusiera en marcha. Había varias ventanas a cada lado del furgón, que ahora estaba cerradas, y una más conectaba la parte trasera con la cabina del conductor; el suelo estaba lleno de varios chismes, entre ellos un par de cajas grandes y varias mantas que podrían usar para esconderse cuando así lo indicaran.

Un par de golpes hicieron que todos miraran hacia donde estaba Snake, que se dirigió a ellos con seriedad.

- ¿Estáis todos listos? Ya sabéis el plan, así que tratad de hacerlo lo mejor posible. Cuando el Capitán Falcon, nuestro conductor, llegue a la primera aduana os daré la señal para que os escondáis mientras él convence a los soldados – resumió él – Hacedlo bien y no tendremos que luchar.

Asintieron en silencio, Elyze estaba algo nerviosa y su respiración era entrecortada; se sentía sola en medio de mucha gente y a la vez notaba que en su mente los conocía a todos debido a su don. Mirara donde mirase multitud de palabras y recuerdos de la vida de los allí presentes inundaban su mente sin que ella pudiera impedirlo; y lo mismo les pasaba a Tecno y Alhem, que prefirieron guardar el secreto por precaución. Squall la miró de reojo unos segundos, notando su tensión, pero prefirió ignorarla.......no estaba allí para ser condescendiente ni empático, tenía una misión que cumplir.

Conforme se fueron acercando a la aduana, Tecno, Alhem y Elyze pudieron notar que la mente de Snake andaba algo turbia, pues una pregunta que se hizo a sí mismo sobresalió entre la multitud de recuerdos de las otras personas como una clara luz que se abría paso entre las sombras. Todo se hizo negro para ellos, tan sólo podían ver a Snake en ese momento, que se mesaba la barbilla claramente preocupado.

- “¿En qué año nací.....?” - pensó él.

En ese momento, los 3 muchachos trataron de encontrar casi instintivamente la respuesta a dicha cuestión; ninguno sabía qué era lo que les impulsaba a buscarla, sólo sabían que era algo importante y que, si conseguían responderle bien podría pasar algo bueno; además de ayudarle a recordar algo más de su pasado. Pero el destino quiso que ninguno hallara la respuesta......

Sin apenas darse cuenta, Snake se olvidó completamente de que debía avisar a sus compañeros para que se escondieran, ya que estaban llegando a la aduana. Estaba tan absorbido por su pregunta personal, tan alejado mentalmente del resto, que no reparó en la misión y, por culpa suya, los soldados abrieron la parte trasera del furgón descubriendo al equipo.

En cuestión de segundos, Tecno, Alhem y Elyze se pusieron en posición de ataque; a pesar de que ninguno se esperaba el despiste de Snake, los nervios y la tensión les hicieron reaccionar rápidamente y más que esperar a que los 3 soldados empezaran a dispararles, fueron ellos quienes comenzaron la lucha.

Tecno desenfundó su pistola con la velocidad del rayo y disparó a uno de los soldados dándole en el hombro mientras que Alhem dejó K.O. a otro de un solo golpe con su nunchaku. Elyze sin embargo no calculó bien y tan pronto como se hubo levantado tropezó levemente sin llegar a caerse al suelo.

El soldado que había sido herido por Tecno disparó a su vez contra ellos pero su bala rebotó en la hombrera de Tecno, que sonrió alegremente mientras se limpiaba la carbonilla que había soltado la bala en su traje. El tercer soldado tuvo peor suerte todavía, su fusil se había trabado y no consiguió disparar a nadie, perdiendo una oportunidad de atacarlos.

Elyze volvió a intentar golpearles con su alabarda, que desenfundó sin problemas, pero sus pies se enredaron con una de las telas del suelo y de no ser porque Squall la sujetó a tiempo casi cae al suelo.

- ¿Quieres un relevo? - dijo él mirándola a los ojos, por suerte no estaba más enfadado que de costumbre, más bien parecía calmado.

Ella negó con la cabeza y, juntando las manos, comenzó a murmurar el hechizo Última mientras el resto continuaba con la refriega. Tecno se lo estaba pasando tan bien que empezó a tomárselo como un juego de puntería, disparó de nuevo pero esta vez no le salió tan bien la jugada; los soldados también tenían armaduras y su bala rebotó en el peto del que estaba pendiente de hacer funcionar su rifle, aunque falló el disparo no impidió que siguiera sonriendo.

El elfo sin embargo quería acabar esto cuanto antes para echarle la bronca a Snake, ¿cómo había podido despistarse de esa forma? Otro de sus golpes apartó a uno de los soldados, que intentaba golpearle con el arma en la cara; el impacto le empujó hacia atrás varios centímetros.

De repente, todo alrededor de ellos se bañó con una luz verde y los 3 guardias salieron despedidos por una extraña fuerza que los empujó lejos de allí; el hechizo Última de Elyze había salido a la perfección, dando fin a la lucha.

Demyx vitoreó entusiasmado la actuación de los 3 muchachos, actuaron tan deprisa que no les había dado tiempo a ninguno de echar mano de las armas, y tan impecablemente que casi no habían perdido tiempo con los guardias. Squall cerró las puertas del furgón y se sentó de nuevo mirando hacia donde estaba Snake, que ahora se sostenía la cabeza con una mano.

- Perdonadme, no sé qué me ha pasado exactamente; – se disculpó él – por un momento no era capaz ni de pronunciar palabra alguna. Gracias por la rápida actuación, no pasará de nuevo.

Dicho esto, el Capitán Falcon le dio unas palmaditas en la espalda y puso en marcha el vehículo, que cruzó deprisa la aduana para no perder más tiempo; tenían aún un largo camino que recorrer y cuanto antes llegaran antes podrían poner en marcha la segunda parte del plan y antes rescatarían a Jak.

- ¿Cuánta distancia hay desde aquí hasta la sede de CIPHER? - preguntó Alhem, parecía no gustarle mucho lo de viajar en un vehículo.

- Pues bastante muchacho, pero si continuamos con esta velocidad no creo que tardemos más de unos 15 minutos en llegar hasta la zona donde dejé el segundo furgón – contestó el Capitán sin perder de vista la carretera.

El traqueteo que producía el vehículo se volvió algo más pronunciado cuando salieron a carretera, si es que a aquél suelo mal asfaltado se le podía llamar así; a pesar de que la misión era bastante peligrosa y que debían andar con mucho cuidado, el hecho de verse los uno a los otros allí les daba algo más de tranquilidad al pensar que no estaban solos en esto.

Tecno se entretuvo manipulando cuidadosamente la pistola que había conseguido robar de uno de los soldados antes de que Squall cerrara las puertas del furgón, todas las herramientas que necesitaba las llevaba siempre, o al menos desde que podía recordar, ancladas al improvisado cinto que tenía en el brazo izquierdo; Luigi le observaba prestando máxima atención a lo que su nuevo amigo estaba construyendo, se le veía tan enfrascado en su proyecto que decidió no hablar para evitar distraerle. Luego éste levantó la cabeza y le preguntó:

- ¿Habéis traído algún tipo de explosivo, Luigi?

Él se levantó, cogió una bolsa que había dejado en el centro y se la acercó a Tecno, que observó maravillado el contenido: 5 bombas del tamaño de una pelota asomaban por la apertura de la bolsa; tenían dos ojos blancos alargados, una mecha corta y una manivela para darles cuerda.

- Muy curiosas, y más grandes de lo que me esperaba – comentó mientras cogía una entre sus manos - ¿Puedo probar algo con ellas?

Luigi exclamó alarmado ante la posibilidad de que explotasen allí mismo, pero Tecno le aseguró que sabía lo que hacía y que no había motivos para preocuparse.

- Por algo me llaman “el bombas”, ¿no? No te preocupes, hoy sólo volará CIPHER por los aires – una sonrisa tranquilizó a Luigi, que volvió a tomar asiento contemplando de nuevo el laborioso trabajo de Tecno.

El resto del grupo esperaba tranquilamente en sus asientos pensando en sus cosas, Squall no le quitaba ojo a Tecno y Demyx parecía disfrutar del viaje; en general todos estaban un poco más relajados.....todos salvo Cloud, que comenzó a respirar más profundamente mientras miraba al techo del vehículo.

Alhem, que gracias a su don empezaba a conocerle mejor, soltó una risita por lo bajo mientras Elyze miraba con preocupación a su compañero; tenía muy mala cara y no paraba de apretar los puños. Ella sabía al igual que el elfo lo que le estaba pasando, pero, en vez de reírse de su estado, prefirió intentar echarle una mano para ayudarle a superarlo.

- ¿Todo bien Cloud? - dijo con tono dulce para tratar de calmarlo.

- Yo....sí. Ya se me pasará.....- cerró fuertemente los ojos y se agachó en su asiento metiendo la cabeza entre las piernas mientras cogía aire por la nariz y lo echaba por la boca lentamente una y otra vez.

- Espera....¿no me digas que te estas mareando? - soltó Squall con el mismo tono que le caracterizaba.

El comentario hizo que todos los presentes se giraran para mirarle, salvo Tecno, que aún estaba concentrado modificando su nuevo proyectil; Luigi se levantó de su asiento y se acercó a Cloud poniéndole una mano en el hombro, preocupado por él.

- ¿Mareo? ¿En serio? - comentó Demyx curioso - No tiene muy buena pinta......

- Te ha faltado tiempo para llamar la atención, ¿eh, Cloud? - añadió el elfo sin abandonar la sonrisa pícara - ¿Por qué no le dijiste al resto que te mareabas en los vehículos? Es lo mínimo que deberían saber, ¡y más antes de ir de misión!

- Yo....no lo sabía....- contestó él – No tengo........recuerdos.......

Tras ver el mal estado en el que se empezaba a encontrar su amigo, Luigi le cogió del brazo y se lo puso en los hombros para que se apoyara mientras trataba de levantarlo; Cloud se agarró a él para no caerse y avanzó despacio hasta uno de los asientos que más cerca estaba de la ventana.

Demyx las abrió todas para que entrara el aire nocturno y Cloud se asomó a la suya sacando al cabeza; se sentía tan mal en ese momento.....y no sólo por su insospechado mareo, sino porque lo que menos quería en el mundo era ser una carga para nadie. Estaba allí para ayudar y proteger al resto, no para convertirse en un inválido y entorpecer la misión; en ese momento su propia mente empezó a machacarlo por su debilidad, lo que hizo que cada vez se sintiera peor consigo mismo.

- Madre mía......lo que nos faltaba – dijo Squall resoplando.

- Por extraño que parezca estoy de acuerdo contigo Squall – secundó Alhem – Si no mejora cuando lleguemos a CIPHER, que se quede aquí. Yo no voy a ir cargando con nadie.

El comentario llamó la atención de varios; Luigi le miró mostrando lástima por Cloud, Demyx se puso serio unos segundos debido a su desacuerdo y Elyze compartió con el elfo una fugaz mirada de preocupación antes de frotar suavemente la espalda de quien lo estaba pasando tan mal, como dándole ánimos.

- Todo el mundo puede marearse, es propio de las personas – dijo Tecno de repente, que aún seguía trabajando.

Luigi le sonrió pero Squall ignoró completamente su comentario, parecía preocuparle algo seriamente, algo que no estaba relacionado con lo que ocurría en el furgón......como si realmente temiera que todo pudiera salir mal en cuestión de segundos.

- Conque no recuerdas nada, ¿no? - comenzó a decir el elfo, que se levantó y se asomó a la ventana contigua a la que estaba Cloud para mirarle a la cara – ¿Y si te digo.......?

Elyze se levantó y se acercó a Alhem con cara de preocupación, luego le susurró al oído:

- Sé que tú también tienes ese poder, al igual que Tecno; pero no lo uses a la ligera – dijo ella - ¿Qué pasaría si dices algo inapropiado de su pasado o si no paras de revelarles la verdad constantemente? Podrían volverse confusos y desconfiar de nosotros por saber tantas cosas sobre ellos; sinceramente yo lo haría si de pronto un desconocido viniera revelando multitud de eventos de mi pasado.

- Deja de preocuparte, sólo iba a hablarle de …..¡una iglesia! Y un campo lleno de flores que crecía en su interior – contestó el elfo en voz alta para que Cloud lo oyera. Él pareció reaccionar tras estar unos minutos en silencio.

- Yo.....creo que.....le compré una flor.....a una muchacha......- balbuceó él - ¿Cuánto....me costó? ¿.....Y cómo se llamaba ella?.......

Demyx miraba curioso la escena mientras se acercaba a Cloud, que no se movió del sitio. Tras un intercambio fugaz de miradas de complicidad entre Alhem y Elyze, ambos decidieron que no pasaría nada malo si le contestaban a esa pregunta.

- 1 Gil – dijo el elfo.

- Ella.....se llamaba Aeris......- terminó Elyze.

Como entendiendo esas palabras, Cloud cerró lentamente los ojos y las sintió tan verdaderas en su interior que no había forma alguna de desmentirlas.

- Es verdad.......lo que me ha dicho Luigi.......- dijo él, aún mareado – Tenéis..........un don.......extraño.

- Vengaaaaa no te pongas tan melancólico – cortó Demyx, que le estaba revolviendo el pelo cariñosamente – Ya lo irás recordando todo.....todos lo haremos, ¿verdad?

Esto último lo dijo mirando a Elyze y al elfo, que hicieron como que no le habían escuchado y volvieron a sus respectivos asientos; pero Demyx sabía que ellos le habían oído perfectamente, simplemente lo dejó correr y trató de hacer que su amigo se sintiera mejor masajeándole la espalda.

El resto de viaje transcurrió sin incidentes hasta que llegaron a la segunda aduana; ésta vez Snake no tuvo problemas para advertirles que se escondieran, y ellos comenzaron a taparse con las mantas del suelo. Elyze cogió a Cloud para apartarlo de la ventana mientras la cerraba; él estaba tan mareado que en el momento mismo en que le movió de sitio la agarró de la cintura cerrando los ojos en un acto reflejo para sorpresa de ella.

Ambos cayeron al suelo y Elyze agarró una manta y lo cubrió todo rápidamente mientras contenía la respiración; la fuerza con que la agarraba Cloud le estaba oprimiendo un poco el pecho y se sintió terriblemente incómoda durante todo lo que duró la inspección. Era la primera vez desde que puede recordar que un hombre la abrazaba con tanta firmeza, y aunque sabía que era producto del mareo, ya que sus brazos temblaban levemente, fue capaz de anteponer su incomodidad a su empatía aún siendo consciente de que era él quien peor lo estaba pasando.

De modo que, cuando hubieron pasado la aduana sin problemas, ella apartó a Cloud de un empujón y se sentó en el otro extremo del furgón; justamente al lado de Squall, que observó la escena con cierta sorpresa.

- Hey, no seas tan bruta – le recriminó Demyx aún sin perder la sonrisa – El pobre lo está pasando mal.

Levantó a Cloud, que se agarró a él de la misma manera que hizo con Elyze, y lo acercó de nuevo a la ventana para que respirara el aire de fuera. Ahora se sentía aún más culpable, por no haber podido controlarse seguramente ahora Elyze estaría enfadada con él; ¿por qué tenía que pasarle esto cuando más necesitaba estar bien para ayudar a los demás? ¿Iba a ser siempre así? No....esto tendría que mejorar, no iba a permitir que por su culpa ellos fracasaran.

- ¡Tacháaaaan! - dijo de pronto Tecno - ¡Mi trabajo por fin acabado!

Todos se giraron para mirar lo que Tecno les mostraba con gran orgullo; 2 de las bombas habían sido ingeniosamente modificadas con tan solo un par de herramientas, de modo que cuando se activaran, éstas se elevarían en el cielo para, segundos después, lanzarse en picado contra el enemigo.

También enseñó lo que había hecho con la pistola que le había arrebatado al soldado de CIPHER, la parte de atrás la había abierto para que cupiera una bomba y encima del cañón había colocado un mechero improvisado, que se encendería en el momento en que apretara el gatillo; la bomba saldría disparada en la dirección en la que apuntase, encendiéndose con la pequeña llama, y el impacto sería el mismo que si la hubiera lanzado con sus propias manos, solo que con ése chisme la velocidad sería mayor, haciendo más complicado esquivarla.

- Menuda maravilla, ¡eres un genio tío! - felicitó Demyx – Ese trasto es realmente curioso.

Luigi acercó tímidamente una mano para tocarlo y Tecno dejó que cogiera el arma; estaba un poco sucia por algunos lados pero se notaba que le había puesto todo su empeño. Luigi pensó que más que un guerrero parecía un artesano y por su mente pasó la ilusión de que llegara el día en que el mundo ya no necesitara las armas para resolver los problemas....un día en que la culpa que le corrompía por no haber podido salvar a su hermano desapareciera para siempre.

¿Dónde estaría ahora Mario? ¿Lo habrían capturado de nuevo tras morir por culpa de Luigi? Una cosa estaba clara, no descansaría hasta haberle dado su merecido al cruel científico que lo usó de escudo humano para evitar que el ataque de Luigi le alcanzara. Desde entonces, se lamenta profundamente cada vez que alguien pregunta por su hermano, se siente tan culpable de no haber podido salvarle que es incapaz de pronunciar una sola palabra hasta que pasan unos minutos.....pero ahora no estaba solo, ahora podría enmendar su error y vengarle.

Finalmente llegaron a una explanada desde la que se veía Shadow Moses en la lejanía, y más al fondo estaba CIPHER S.A., esperando imponente a que ellos se atrevieran a desafiar a quienes moraban en su interior. Allí les estaba esperando el furgón que Snake les había mencionado.

Tras aconsejarle éste a Tecno que quizás debería quedarse con él por si recuerda algo de la sede, todos bajaron del furgón salvo Demyx, que tenía que quedarse también con Snake. Alhem comprobó que Cloud seguía mareado, ya que éste necesitaba apoyarse en Luigi para poder caminar bien, de modo que, cogiéndole de mala manera, le empujó sin miramientos hasta la puerta del segundo furgón.

Luigi corrió hasta él para ayudarle a subir y, por culpa de eso, casi se queda atrás ya que Squall arrancó el vehículo en el mismo momento en el que se había sentado en el asiento del conductor; Elyze decidió acompañarle como copiloto y el resto esperaban en la parte trasera. Luigi no aprobó los métodos de el elfo, pero a éste no pareció importarle en absoluto.

- ¡Tú! - dijo cogiendo a Cloud del mentón bruscamente, éste le miró a los ojos frunciendo el ceño- Ya te lo he dicho antes, como se te ocurra entorpecer la misión, te dejo colgado; y me da igual si estamos dentro de CIPHER o fuera, si nos rodean los soldados o si estamos dentro de las tuberías. ¿Entendido?

Algo se removió en el interior de Cloud y una profunda rabia invadió su cuerpo por unos momentos, una furia que por suerte pudo contener gracias en parte a la debilidad concedida por el mareo. Durante los instantes en que la sintió, apretó los puños tan fuertemente que casi los hizo sangrar y su expresión se volvió tan fiera que el elfo decidió soltarle la barbilla por precaución; podía notar la presión de su mirada y algo le decía que quizás era mejor no decirle nada más por el momento.

Incluso Cloud se sintió raro tras lo que acababa de pasar, una voz femenina se había colado en su mente en aquél momento.....

- “¿Quién es él para amenazarte de ése modo? ¿Cómo osa siquiera ponerte la mano encima? Deberías matarlo en éste mismo instante.....¿por qué no lo haces?”

Asustado por lo que había pasado en su cabeza, Cloud casi se había olvidado del mareo y ahora mostraba una expresión de shock; pero al estar agachado nadie pudo darse cuenta de su estado. ¿De quién podría ser esa voz? ¿Y por qué le habían dado tantas ganas de matar a Alhem tras haberla escuchado?

Tratando de acallar las dudas por un momento, intentó pensar en que ahora lo prioritario era la misión y que debía estar al máximo para darlo todo; mucha gente le necesitaba y él tenía que estar listo para ayudarles. Finalmente, contestó con seriedad:

- No te preocupes, te aseguro que no daré motivos para que tengas que protegerme – aún guardaba en su voz un resquicio de la ira que había sentido segundos antes, por lo que más que tranquilizarle, parecía que le estaba advirtiendo.

El viaje continuó con normalidad, ambos furgones se iban acercando a la posición acordada y todos estaban deseando que comenzara la misión, aunque sólo fuera para quitarse de encima la tensión que los atenazaba......la calma que vaticina tormenta.

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