miércoles, 14 de mayo de 2014

CAPÍTULO 6: CONOCIENDO A "AVALANCHA"

- Atacaremos esta misma noche – comenzó a decir Snake – pero primero debemos esperar a que nuestro contacto interno nos dé la señal para poner en marcha nuestro plan.

>> Una vez halla llamado a Demyx, saldremos de la base para dirigirnos a un furgón de armas camuflado que conducirá otro de nuestros aliados. Tras pasar 2 aduanas, llegaremos a Shadow Moses, la parte rica del Distrito Tecnológico, y nos dividiremos en 2 grupos; habrá otro furgón esperándonos, colocado precisamente para ello. Éste lo conducirá el que ahora mismo falta.

A partir de aquí, los grupos partirán con la siguiente misión: los que se queden conmigo en el primer furgón entraremos en la sede central de CIPHER por la puerta principal disfrazados con trajes de soldados, nuestro objetivo será el de encontrar una de las 2 claves necesarias para entrar en la habitación donde se custodia el artefacto.

El segundo grupo avanzará rodeando el complejo por la muralla hasta llegar a una zona donde hay unas enredaderas lo suficientemente resistentes como para que una persona suba por ellas; entonces, guiados por Luigi, entraréis en el edificio por las tuberías y volveréis a separaros en otros 2 grupos: uno de ellos se encargará de entrar en las prisiones y liberar a Jak junto a todos lo que haya allí, mientras que al otro grupo le tocará buscar la segunda clave en la librería de la sede central.

Una vez terminado el trabajo, y con el artefacto en nuestras manos, saldremos de allí volando CIPHER por los aires con el mayor de nuestros explosivos para que no quede nada más.

¿Alguna pregunta? - concluyó al fin.

Todos habían comprendido el plan perfectamente a la primera y se veía tan organizado que a nadie se le ocurrió algún fallo que resaltar.

Justo después de terminar la explicación, la puerta del almacén se abrió una vez más para dejar entrar al joven que les había “guiado” hasta allí; quien sin mirar a ninguno de los presentes, se sentó de lado en el sillón que había a la izquierda de los monitores de forma que sus piernas quedaban colgando sobre uno de los reposabrazos y el resto del cuerpo se apoyaba en el respaldo.

- A buenas horas vienes, más vale que te sepas de memoria el plan que vamos a poner en marcha esta noche – Snake parecía bastante mosqueado pero el chico mantuvo la posición sin dignarse a mirarle a los ojos – Él es Squall, el más nuevo dentro de “Avalancha”, y también el más cabezota y aislado; tendréis suerte si conseguís que os diga algo medianamente educado durante la misión.

- No lo adornes Snake, ya sabemos que está un poco amargado – añadió Demyx tratando de suavizar la situación con una de sus bromas, pero no le salio muy bien; Squall el lanzó una mirada de profundo odio mientras Luigi trataba de contener una leve risita – Vale vale, las bromas no son lo mío.

Snake miró de nuevo al grupo para comprobar si alguien tenía alguna duda con respecto al plan pero viendo que todos estaban más que dispuestos para actuar esa noche, decidió dar por terminada la reunión con unas últimas palabras.

- La única cosa que sí os voy a exigir....... – su tono se volvió muy severo conforme hablaba – es máxima lealtad. Si confiamos los unos en los otros es muy posible que esta noche salgamos con el artefacto en las manos; no olvidéis nunca que lo que hace que funcionen las cosas es la confianza mutua de los miembros de un grupo. Así pues, espero eso mismo por vuestra parte.

Squall resopló con sorna tras haber escuchado el discursito de Snake, si de verdad pensaba que iba a hacer que él confiara en los que estaban en aquella sala con un par de palabras bonitas es que o era más tonto de lo que pensaba o no le conocía bien. En esta ocasión resultó ser lo segundo, ya que Squall no tenía intención de poner su vida en manos de 4 o 5 incompetentes que ni si quiera se conocían entre ellos lo suficiente como para hablar de “confiar los unos en los otros”; y ni aunque así fuera iba a permitirlo, si había sobrevivido hasta el punto de no haber muerto nunca en aquél Distrito había sido por sus propios méritos y no gracias a ellos.

- ¿Algún problema? - le espetó Snake, aún seguía cabreado con él.

- Eres demasiado soñador, se nota que necesitas que te maten más veces para que bajes de las nubes – respondió Squall, sin un ápice de compasión – Si por ti fuera ya estaríamos todos sin recuerdos.

- Tan empático como siempre Squall; no tengo tiempo para esto – comenzó a retirarse hacia la puerta del fondo, no sin decir antes – Esta puerta conduce a los dormitorios, tenemos literas, por lo que hay sitio para todo aquél que quiera dormir un poco antes de la misión.

Tras esto, entró y cerró con cuidado para no despertar a quien estaba durmiendo dentro. Demyx pareció alegrarse de tener más compañía esa noche de la que le hacía Squall; por lo que, interesado en sus nuevos compañeros, comenzó a entablar conversación con ellos.

- Huelga decir que no sois de aquí, ¿verdad? - dijo refiriéndose a Alhem y Elyze, que también le miraban curiosos – Tenéis una pinta bastante notable, ¡me gusta!

- Bueno, podríamos decir lo mismo de vosotros – dijo Alhem, luego señaló a Squall - ¿Siempre está de tan mal humor?

- Sí, desde que le conozco y, la verdad, me alegra teneros hoy conmigo; no es que dé mucha conversación y la mayoría del tiempo se lo pasa insultándome cuando trato de hablar con él. ¿No es cierto, Squally? - dijo mirándole siempre acompañado de una sonrisa, a lo que Squall respondió con un gesto grosero de la mano – ¡Oh, venga tío! Relájate un poco, ¡sólo bromeo!

Por extraño que pareciera, tanto a Tecno como a Alhem y Elyze les resultaban todos un tanto familiares; cada vez que se quedaban mirando a uno de sus nuevos compañeros comenzaban a bailarles en la mente cosas que hacían referencia a la persona que tenían delante, desde nombres de personas de su pasado hasta definiciones o fechas. Era como si los conocieran de toda la vida a pesar de que esa era la primera vez que los veían, la sensación era tan extraña como...¿natural?

Con el fin de descubrir si los eventos que tenían en la mente sobre aquellas personas eran ciertos o no; Alhem decidió ser el primero en preguntar.

- Conque Luigi, ¿no? - éste le miró de repente, su cara denotaba un poco de cansancio pero podría aguantar un rato más despierto – Tú tenias un hermano, ¿verdad? ¿Cómo se llamaba? ¿Mario, tal vez?

En el momento mismo en que terminó de pronunciar su nombre Luigi palideció, algo oscuro estaba pasando por su mente en esos instantes, pues bajó la cabeza y se quedó quieto en el sitio frotándose las manos con nerviosismo creciente; los dedos se entrelazaban tanto por la tensión que luego le costaba separarlos de nuevo.

- ¿Qué pasa? ¿He dicho algo malo? - Alhem sabía que había dado en el clavo, desde luego que Luigi tenía un hermano, pero lo que no se esperaba era la reacción de éste al escuchar su nombre.

- Oh, bueno.....es que él siempre reacciona así cuando se le pregunta eso – Demyx miró con algo de lástima a su compañero, que ahora era incapaz de pronunciar palabra alguna – Pero no os preocupéis, se le pasará volando. Siempre se recupera, es fuerte.

Agradecido por las palabras, Luigi esbozó una pequeña sonrisa durante una fracción de segundo y luego volvió a su compulsivo movimiento de manos sin poder remediarlo; tardaría un rato en volver a la normalidad. Squall siguió mirando al infinito perdido en sus pensamientos como si no hubiera nadie allí, mientras que Tecno se acercó a Luigi y posó su mano en el hombro de éste intentando darle fuerzas.

- Bueno, ¿y qué hay de ti? - dijo Elyze, que hasta ahora no había abierto la boca - ¿Siempre tienes que hacer guardia?

- Sí, un trabajo bastante aburrido, pero al menos no tengo que levantarme del sofá – rió alegremente – Por suerte hasta ahora no nos han descubierto nunca.

- Comprendo, entonces te toca dormir por el día, ¿no? - continuó ella.

Demyx no pudo contenerse y volvió a reír sin freno durante un rato, parecía tan alegre.....

- ¿Dormir? Yo no entiendo de eso, de hecho creo que no he dormido nunca – luego se incorporó acercándose a Elyze con cara de infinita curiosidad - ¿Qué se siente al soñar? Tiene que ser maravilloso, y parece que la gente se divierte un montón cuando sueña.

- Espera, ¿me estás diciendo que no has soñado nunca? ¿Cómo es eso posible? Todo el mundo tiene que dormir alguna vez, es algo tan vital como comer – Elyze no podía creer lo que su compañero estaba diciendo. ¿Le estaría tomando el pelo?

- Tampoco como, ¡soy de lo más económico chicos! - él siguió sonriendo como si hubiera dicho una tontería – La explicación es bien sencilla Elyze, te lo mostraré.

Alargó la mano y con un gesto pidió la de ella para que se la ofreciese, cosa que hizo con la misma lentitud; cuando ya la tenía, se la acercó al lado izquierdo del pecho y esperó a que ella notara aquello que él quería mostrarle. Esperaron unos minutos en silencio, Alhem miraba con creciente curiosidad y Luigi se atrevió a levantar la cabeza algo más recuperado para observar la escena.

- ….....Ni siquiera respiras...... - dijo ella algo asustada – y no consigo notar tu......

- Exacto – contestó él con la misma alegría – lo has adivinado señorita, no tengo corazón.

- ¿Que no tienes corazón? ¡Venga ya! ¿Eso quién se lo cree? - Alhem se acercó a su nuevo amigo – Déjame probar a mí, seguro que con esa gabardina no se puede notar nada.

Alhem alargó la mano y, utilizando los dedos índice y corazón, los pegó al cuello de Demyx para tratar de tomarle el pulso; un pulso que nunca apareció por más que intentaba encontrarlo. Incluso se podría decir que su piel estaba algo fría para la temperatura que había dentro de aquella habitación. Tecno permaneció callado a la espera de alguna respuesta.

- Te lo dije, ¡no tengo! O, por lo menos, si lo tengo no está donde vosotros lo tenéis – sus palabras confundieron un poco a Alhem; Elyze tampoco podía dejar de mirarle curiosa junto con Tecno – Veréis, esto.........es mi corazón.

Sin perder la sonrisa, colocó sus manos una frente a la otra y, de la nada, comenzó a surgir una pequeña pompa de agua cristalina que crecía a cada segundo tomado una forma alargada; el sonido que producía el líquido al acumularse era tan agradable que hasta Squall se relajó levemente cerrando los ojos durante unos instantes.

Poco después la pompa estalló y de ella surgió un sitar celeste que Demyx agarró con firmeza mientras se lo mostraba a sus nuevos amigos, que lo observaron maravillados por su belleza; Elyze pinzó con sus dedos un par de cuerdas, que emitieron un sonido tan claro como.....¡el agua misma!

- ¿Qué os parece? Bonito, ¿verdad? - dejó que lo cogieran mientras observaba sus reacciones - No me preguntéis cómo lo he invocado, simplemente vino justo en el momento en el que lo necesité y desde entonces lo considero como el corazón que me falta; siendo el agua que manejo como mi propia sangre.

- Entonces...¿con esto invocaste a las criaturas que salvaron a Alhem y Elyze? - preguntó Tecno interesado.

- Ummm bueno, digamos que a veces ni yo mismo controlo lo que hago – contestó con sinceridad, encogiéndose de hombros – cuando me pongo a tocar, me invade una extraña fuerza y soy capaz de hacer cualquier cosa. Yo mismo me sorprendí al ver lo que acababa de hacer, y menos mal que lo hice; sino no estaríais aquí ahora.

- Resulta extraño en cualquier caso – Tecno le devolvió el sitar con sumo cuidado, como si estuviera hecho de cristal – y, ¿no te aburres aquí sin dormir?

- ¡Oh sí, envidio mucho a los demás en ése aspecto! - se acercó un momento a Tecno para susurrarle lo siguiente – Pero parece ser que Squall está empeñado en aguantar tanto como yo o algo parecido, porque siempre se ha quedado aquí conmigo tratando de no dormirse. Aunque, si te soy sincero, cada vez aguanta menos.

Se remangó un poco la manga derecha y, del guante negro, sacó un pequeño papel; había escrito las horas que Squall había tardado en dormirse durante aquellos días en forma de lista y, conforme iba descendiendo en ella, el número era cada vez menor. Luego se llevó un dedo a los labios para que no dijera nada y trató de contener la risa sin mucho esfuerzo.

Elyze, preocupada por la ausente actitud de Squall, decidió tratar de hablar con él mientras Tecno y Alhem jugaban con Demyx a una partida de dados en la que él quería apostarse un corazón, medio en broma medio en serio. Luigi fue el único que no la perdió de vista; había parado de entrelazar los dedos y se le notaba mucho más tranquilo que antes.

Ella se colocó en frente de él pero Squall no tenía ninguna intención de mirarla a los ojos; como ella tampoco abría la boca, pues esperaba a que fuera él quien dijera algo, no tuvo más remedio que comenzar.

- ¿Qué? - fue lo único que dijo, su tono era tan brusco que se le quitaban a uno las ganas de hablar con él, pero Elyze no se iba a rendir tan fácilmente.

- Creo....que deberías abrirte un poco a los demás, no me parece bien que te aísles si vamos a trabajar juntos en unas horas – dijo ella a la espera de que sus palabras hicieran mella en él.

- ¡Qué bonito, ahora tengo una consejera! - se burló él – No tengo la más mínima intención de hablar con vosotros de nada que no tenga que ver con la misión. ¿Algo más?

Elyze vaciló unos segundos, realmente estaba siendo difícil tratar de sacarle algo o intentar que hablara un poco con los demás ya que no estaba poniendo nada de su parte y a ella no se le ocurrían muchas cosas que decir, eso si dejamos al margen todos los nombres de la vida del muchacho que de repente llenaban su mente. ¿Sería prudente comentarle algo al respecto? Si era cierto que él no tenía apenas recuerdos de su pasado, según le había dicho Snake hace unos minutos, tal vez se sintiera más aliviado si ella le revelaba algunas cosas. Pero no estaba muy segura......quizás era demasiado pronto para eso.

- Venga Squall, que sólo intenta hablar contigo – soltó Demyx en el mismo tono bromista, pero de nuevo su comentario fue respondido con una grosería por parte del otro, por lo que decidió rendirse – Déjale Elyze, es difícil hablar con él. Cambiando de tema; Alhem, ¿cómo sabías que Luigi tiene un hermano?

Éste volvió a palidecer, pero también fijó la vista en Alhem, al igual que todos los presentes salvo Squall, que seguía dándole vueltas a algo en su cabeza al tiempo que sujetaba su colgante palpándolo con cuidado.

- Estoo....... - se sintió acorralado por unos segundos y las miradas de Tecno y Elyze le hicieron saber que posiblemente ellos también sabían que Luigi tenía un hermano llamado Mario. ¿Habría sido demasiado imprudente al haber revelado incluso su nombre? Sólo se le ocurrió una excusa algo barata para defenderse – ¡Es magia!

- ¿Magia? - respondió Tecno; ¿en serio pensaba que Demyx se iba a tragar semejante estupidez? - ¿Es eso todo lo que se te ocurr...?

- ¿Magia? ¿En serio? ¿Puedes hacer magia para encontrar recuerdos? - Demyx estaba tan entusiasmado que casi se levanta del sofá - ¿Puedes probar conmigo? Llevo un tiempo dándole vueltas a algo pero no consigo encontrarle significado.

Elyze y Tecno se miraron incrédulos, ¡le había funcionado! Ni siquiera Alhem consiguió creerse que su propia mentira le estaba salvando el culo.

- Eeeh...claro, claro. A ver, ¿qué te preocupa? - decidió continuar con sus trucos; si con eso estaba ayudando a Demyx a recordar un poco de su pasado tampoco le estaba haciendo ningún mal después de todo, ¿no?

- No paro de ver números en mi cabeza, sé que significan algo pero no estoy seguro de lo que son o por qué están ahí; como si me tuvieran numerado o si hubiera un número concreto para cada cosa – Demyx le miró con la esperanza de que aclarara su dudas.

Y así fue, en el momento en el que terminó de exponer su problema, aparecieron el la mente de los 3 muchachos varios números, pero los símbolos eran de números romanos. Poco a poco fueron pasando rápidamente del I al II y luego al III, descartando cada uno de ellos con una precisión tan exacta que hasta ellos mismos se sorprendieron; el único que parecía más perdido era Tecno.

- Eeh......¿13? - dijo Alhem finalmente, pero poco convencido.

Segundos después, Demyx pudo reconocer perfectamente que ese número era importante en su vida, o lo fue en su pasado; lo que empezó a afectarle haciendo que cambiara de un rostro animado a uno pensativo.

- Organización XIII – añadió Elyze mejorando la afirmación de Alhem, quien la secundó asintiendo con la cabeza.

- Sí.....me suena muchísimo........pero no sé muy bien por qué – miró pensativo hacia ninguna parte al tiempo que se rascaba la sien - ¿13? ¿13 qué? Ufff, esto es difícil.....

- ¿Y si te digo el 9 te parece mejor? - especificó ella con buenos resultados, se la veía contenta de poder ayudar.

- ¡Sí, ése me suena muchísimo más! - su euforia era tal que tuvieron que chistarle para que bajara la voz; segundos después ya tenía la boca tapada por sus propias manos. Luego añadió en voz más baja – Ése número me suena aún más; pero en serio, ¿cómo lo estáis adivinando?

- ¡Magia! - contestaron al unísono Alhem y Tecno; Elyze esbozó una sonrisa divertida y Demyx comenzó a reír de nuevo, parecía que se lo estaba pasando bien.

- ¿Sois tontos o es que ya nacisteis así? Sólo estáis diciendo números al azar y él os está siguiendo la corriente – interrumpió Squall, aún sin mirarles.

- No, te equivocas; todo lo que dicen es cierto, lo noto dentro de mí. Sé que es cierto Squall.

- ¿Ah sí? - continuó él, ahora sí les estaba observando con sus ojos azules – A ver si podéis responderme a esto con tanta “precisión” como lo habéis hecho con Demyx. ¿Qué es un seed?

Tecno y Alhem rebuscaron en su mente para tratar de hallar la respuesta entre el mar de eventos que surgían confuso, pero Elyze ya sabía la respuesta y no tardó en contestar su pregunta.

- Un seed es una unidad militar creada principalmente para combatir a las brujas – su respuesta fue tan clara como escueta.

Sin poder impedirlo, Squall se centró en Elyze, que le observaba cándidamente como haciéndole ver que no era tan opaco como quería mostrarse ante los demás. Su incredulidad era tal que no pudo mantenerle la mirada a Elyze durante más tiempo, por lo que agachó la cabeza, aún con la sorpresa en sus ojos, y se quedó mudo pensando el lo que ella le acababa de revelar; una parte de su pasado que ya creía olvidada para siempre acababa de resurgir rompiendo todas las barreras que Squall se encargó de reforzar para que las dudas que sembraba su mente no volvieran a perturbarle de nuevo. ¿Cómo era posible que ella le hubiera dado en cuestión de segundos la respuesta a una pregunta que se estaba haciendo desde que despertó en aquél Distrito?

- Vaya, nunca le había visto con esa expresión – comentó Demyx - has debido dar en el clavo Elyze.

- Bueno, eso le mantendrá ocupado unos segundos – respondió Tecno – Yo, si no os importa, creo que ya he tenido suficiente y quiero estar listo para lo que nos venga.

- Joooo, ¿ya os vais? Pensé que podríais aguantar un poco más – se le notaba algo triste pero a la vez sabía que no podía ganar su lucha contra el sueño que poco a poco se estaba apoderando de ellos.

- Lo siento Demyx, luego seguimos hablando – prometió Elyze.

- Vale, me rindo, no se puede hacer nada contra eso. Dormid bien, ¡y luego contadme lo que habéis soñado!

Elyze le respondió con una sonrisa y luego miró a Squall como despidiéndose de él; la ojerosa mirada del muchacho no pudo apartarse de ella hasta que hubo entrado en la habitación del fondo. Era verdad.....ellos podían encontrar respuestas a sus dudas en cuestión de segundos, y les resultaba tan fácil que casi ridiculizaban todos los esfuerzos que hacía él por las noches.

- Es que....¿hago algo mal?...... - dijo en voz baja, más para sí mismo que para Demyx, quien creyó que esta vez era mejor guardar silencio para respetar su intimidad.


Porque todos hablamos solos de vez en cuando.......

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