Era
una tarde tranquila como otra cualquiera en el Distrito Tecnológico;
bueno, o todo lo tranquila que pudiera ser tras sufrir los estragos
de una explosión allá por Shadow Moses.
En
Mute- City, los barrios bajos, la gente andaba algo asustada por si
se encontraban con el terrorista que provocó que una parte de CIPHER
S.A., la sede central de Shadow Moses, reventara hace una semana;
desde entonces se había ganado el apelativo popular de “El bombas”
y la gente le tenía cierto respeto, ya fuera por admiración tras
haberle plantado cara a CIPHER S.A. de esa manera o por puro miedo
por si volvía a atacar de nuevo.
De
repente, 3 personas aparecieron de la nada en un callejón apartado
de Mute-City; todos parecían confusos y
con pocas ganas de hablar entre ellos en un principio debido a que
eran unos completos desconocidos. Los nombres de estos chicos eran
Tecno, Jak y Elyze; los tres eran muy diferentes entre sí, el único
que encajaba en ese lugar era Tecno, quien luego afirmó que
realmente era de ese Distrito, pero los demás parecían tener
procedencias muy distintas.
La
apariencia de Jak era la que más llamaba la atención por su falta
de ropa; lucía el torso desnudo, sólo una hombrera tapaba algo de
la parte superior, mientras que de cintura para abajo vestía unos
harapos algo dejados, unos pantalones también rotos asomaban
tímidamente por la tela que los cubría. No tenía
zapatos, su puntiagudo pelo caía hacia sus hombros y en la mano
derecha calzaba un guante de cuero bastante roto. Llevaba
por armas 2 dagas.
La
muchacha de apariencia delicada no dejaba de contemplarlos con una
nota de curiosidad mezclada con precaución. Llevaba
un vestido corto secundado por unos pantalones ceñidos que no le
llegaban ni a las rodillas unas botas de metal relucían en sus
pies y, como protección,
vestía un manto con capucha; la capa se asemejaba a las alas de un
pájaro. Una gran alabarda lucía imponente
en su espalda.
Tecno
encajaba bien en el lugar, portaba unas gafas de ingeniero, su rostro
estaba parcialmente cubierto por un cuello alto y vestía un uniforme
militar con 2 pistolas a ambos lados de las piernas. Las botas
estaban pensadas para correr y caminar sin problemas por casi
cualquier lugar.
Como
ninguno se atrevía a hablar, Jak rompió el silencio acercándose
con excesiva confianza a Elyze, que no le quitaba los ojos de encima.
-
¿Qué hace una preciosidad como tú en un lugar como este? - posó
su brazo sin pudor sobre el hombro de la muchacha, a quien sorprendió
su acción. Una gran sonrisa se dibujaba en su cara dejando entrever
2 afilados colmillos.
-
Podría preguntarte lo mismo – dijo apartándose, su cara era de
pocos amigos ya que no le hacía ninguna gracia la confianza de Jak.
Tecno
les observaba en silencio tratando de hurgar en sus recuerdos para
saber qué le había pasado para acabar allí; él sabía
perfectamente que aquello era Mute-City, los barrios bajos del
Distrito Tecnológico, pero lo que no llegaba a recordar era qué
hacía él con esa gente.....de hecho, casi no recordaba nada de su
pasado. Trabajaba de vigilante, pero se sentía incapaz de saber qué
debía vigilar o para quién trabajaba; porque tendría que trabajar
para alguien, ¿no?
En
ése aspecto ninguno de ellos difería; Elyze y Jak también sufrían
una fuerte amnesia y apenas recordaban nada de lo que hicieron o de
cómo han llegado allí. Jak sólo
se acordaba de que era una invocación nacida en el Distrito de las
Bestias mientras que Elyze era una santa que trabajaba en el Distrito
del Terror, en un gremio junto a su mejor amiga, cuyo nombre no
conseguía recordar.
Sin
embargo, había algo que aquellos jóvenes podían sentir
perfectamente; un aura de confianza se transmitía entre ellos, algo
les decía que tenían que seguir juntos para conseguir el extraño
objetivo que una voz puso en sus cabezas antes de despertarse: coger
los artefactos que se encuentran en los 4 Distritos, traerlos al
Distrito Central de Neudrum y purificarlos para convencer a Mundus,
el señor de aquél mundo, de que no eliminara toda existencia,
incluyéndolos a ellos.
-
Hey chaval, ¿no dices nada o es que te has quedado mudo al verme?
Tienes una pinta extraña – dijo Jak dirigiéndose a Tecno sin
perder la sonrisa. Trataba
de ocultar su preocupación
por sus recuerdos perdidos, y se le daba muy bien.
-
Mira quién habla, ¿acaso sabes dónde estás ahora mismo? -
respondió Tecno tranquilamente, le hacía gracia la forma de
comportarse de aquél desconocido y parecía bastante amigable a
pesar de su feroz aspecto.
-
Si eres tan amable, sí que me gustaría saber dónde estoy – Elyze
parecía realmente interesada; no le gustaba mucho ese sitio, se
sentía tan fuera de lugar.
-
Estamos en el Distrito Tecnológico, concretamente en los barrios
bajos de Mute-City – explicó Tecno – es la parte de la ciudad
más dejada y algo peligrosa; realmente me gustaría saber cómo
habéis sido capaces de entrar aquí.
-
¡Y a mí también me gustaría saberlo, colega! - Jak se acercó al
chico y le ofreció la mano – Llámame Jak.
-
Tecno - la estrechó primero algo desconfiado, pero luego con
normalidad – y...¿tu eres?
-
Elyze – dijo ella tras un breve silencio, también estrechó la
mano de Tecno con cierta desconfianza – Entonces.....el Distrito
Tecnológico, ¿no?
-
El mismo, ¿no sabéis cómo habéis llegado aquí? Las barreras que
separan los Distritos son realmente fuertes, me extraña de verdad
que hayáis podido sortearlas.
Jak
se encogió de hombros; su cara no reflejaba preocupación alguna
mientras que Elyze no le quitaba los ojos de encima a Tecno, atenta
lo que decía.
-
Ni idea, pero ya veo que no todo es tan malo, no
puedo quejarme de la
compañía – le guiñó un ojo a Elyze, quien se alejó de él; no
por lo que le había dicho, sino porque quería salir del callejón y
observar lo que había fuera de aquél emparedado de frío ladrillo –
¡Hey, espérame!
Jak
echó a correr por el callejón persiguiendo a Elyze mientras que
Tecno, tras suspirar, les siguió de lejos para no perderlos de
vista.
El
callejón tenía un recodo que le daba un aspecto de L, los ladrillos
que lo formaban estaban muy desgastados y el sucio suelo no hacía
que tuviera mejor aspecto. El aire que corría refrescaba el lugar y
el cielo tenía una mezcla de colores que iba del rojo al naranja
pasando por el azul, seguido del negro. A la tarde le quedaban pocas
horas de vida.
Elyze
se asomó por la esquina del recodo para echar un vistazo y, tras
darse cuenta de que podía ver poco en esa posición, decidió salir
a la calle, siempre seguida de cerca por Jak, que olisqueaba el aire
con suma curiosidad; infinidad de olores asolaban su afinada nariz en
aquél momento y de lejos podía escuchar a alguien “cantando”,
¡ojalá se callase!
Finalmente
salieron todos fuera y vieron que la poca gente que poblaba las
calles les observaba temerosa desde lejos; las chabolas y casas
apenas si sostenían su propio peso y el asfaltado tenía grietas y
se veía sucio y dejado. Realmente se podía decir sin temor a
equivocarse que estaban en la zona más pobre del Distrito
Tecnológico.
De
repente, unas manos apartaron hacia ambos lados a Jak y Elyze con
cierta rudeza; un muchacho vestido con una chaqueta de cuero negro
pasó entre ellos resoplando sin siquiera mirarles a los ojos, algo
que disgustó a Jak. Tecno observaba la escena desde la boca del
callejón.
-
¡Eh tío, ¿tienes que ser tan rudo?!
El
joven se volvió
para
mirarles con marcada desgana; tenía el pelo castaño, ojos azules y
una llamativa cicatriz le cruzaba un
rostro que denotaba su
corta edad a pesar de su altura; ¿Cuántos tendría? ¿16? ¿17?
Vestía unos pantalones negros algo ceñidos y guantes del mismo
color; la chaqueta abierta estaba coronada con un cuello de pelo
blanco, cobijando una camiseta del mismo color. Lucía
un emblema plateado con forma de cabeza de león en su pecho que
colgaba de una cadena.
Extrañamente
tanto a Jak como a Elyze le resultaba un tanto familiar aquél
muchacho que, tras mirarlos de arriba a abajo detenidamente
incluyendo a Tecno en su inspección, decidió reanudar su marcha
como si nada hubiera pasado.
Jak,
molesto ante la fría actitud de aquél desconocido, se adelantó a
él y le cortó el paso colocándose cara a cara.
-
Te he hecho una pregunta, ¿es que no entiendes mi idioma, tío? - el
rostro de Jak se tornó algo más serio.
El
joven miró a su alrededor hasta que posó sus ojos en la pared que
tenía a su izquierda, arrancó un cartel amarillento que estaba
pegado en la fachada del edificio y se lo ofreció a Jak para que lo
cogiera.
-
Más vale que te escondas – dijo secamente, luego se volvió para
mirar a Elyze y Tecno – Mejor....más vale que os escondáis todos.
Jak
bajó la vista para inspeccionar la desgastada hoja y se sorprendió
al comprobar que era un cartel de se busca......¡con la cara de
Tecno! La recompensa era tan alta que creyó que se habían
equivocado al escribirla.
-
Pero, no puede ser....... - cuando quiso preguntar algo, el muchacho
ya se estaba yendo – espera, ¿qué significa esto?
Por
respuesta, sólo vió que volvía a resoplar y dejaba caer en el
suelo una nota, pero siguió caminando hasta que se perdió de
vista.
Elyze
recogió la nota mientras Jak mostraba a Tecno el cartel que le
habían dado. Cuando lo vio, Tecno palideció de repente; ¿le
estaban buscando? ¿Que era lo que había hecho para esto?
-
¿Hay alguna especificación? ¿Algo que diga por qué me buscan? -
Tecno parecía realmente asustado.
-
Mmmmmm, no, sólo pone la recompensa y tu foto – dijo Jak tras
inspeccionar a fondo aquél cartel, parecía llevar allí pegado un
tiempo porque las esquinas estaban algo agrietadas y el papel no
mostraba su mejor color.
-
Hey, ¿os suena de algo esto? - Elyze se acercó al resto y leyó en
voz alta la nota que había cogido del suelo- “El viento sopla
fuerte”.
Jak
ni lo pensó, era la primera vez que oía algo semejante, sin embargo
Tecno tardó más tiempo en responder; era un dicho que le sonaba
mucho.
-
¿Es todo lo que pone, Elyze? - ella le enseñó el papel para que lo
viera con sus propios ojos y Tecno volvió a meditar – sé que por
aquí había algo de eso....algo con un dicho así.
Miró
a ambos lados de la calle y de repente cayó en la cuenta señalando
el edificio que tenían justo en frente de ellos, cruzando la acera.
-
¡Allí! - salió corriendo seguido de Elyze y Jak y llegaron a un
edificio que estaba completamente derruido – Aquí es donde
recuerdo que se decía mucho.
-
¿Esto? Si está en ruinas.... - Elyze miró con algo de desconfianza
el lugar y luego a Tecno, que continuó hablando.
-
Lo sé, a mí también me extraña, esto antes era una cafetería,
tenía el nombre de Highwind, que significa “viento fuerte”. Lo
que nos ha dado ese muchacho sólo me hace pensar en este lugar....
-
Bueno, pues basta de cháchara, vamos a investigar antes de que
alguien te encuentre y te entregue.
-
Vosotros.....¿estáis conmigo? - preguntó Tecno bastante
sorprendido.
-
Bueno, nada me ha hecho pensar lo contrario; es cierto que según
este cartel estás en busca y captura, pero no especifica por ningún
sitio el por qué se te busca. Por lo que a mí respecta, no tengo
por qué hacer nada.
Elyze
asintió dando muestras de que secundaba el razonamiento de Jak, que
parecía más listo de lo que aparentaba, y Tecno se relajó un poco
agradecido por el apoyo que mostraban aquellos desconocidos.
-
¿No recuerdas por qué te buscan? - preguntó ella tras darse cuenta
de que la cafetería en ruinas estaba llena de carteles de “se
busca”; la mayoría rotos por alguien.
-
De verdad que no, con respecto a esto sé tanto como vosotros –
Tecno miraba a Elyze con ojos sinceros, pues era verdad que no
recordaba nada de lo que hubiera hecho allí, lo que en cierto modo
le escamaba un poco.
Se
pusieron de acuerdo y comenzaron a separarse un poco para rodear el
edificio en busca de algún tipo de pista; los carteles inundaban la
zona tanto como los escombros que se habían desprendido de lo que
antes fue una cafetería y el interior se veía oscuro y
prácticamente inaccesible. Desilusionados por el fracaso, se
juntaron de nuevo en el lateral izquierdo de la ruinosa construcción,
la parte que más pegaba a la calle principal, y trataron de pensar
qué iban a hacer a continuación.
-
Quizás nos hayamos equivocado de sitio y tengamos que preguntarle a
alguien – sugirió Elyze.
-
No me he equivocado, estoy seguro de que con “viento fuerte” se
está refiriendo a este lugar; pásame de nuevo la nota, seguro que
nos hemos pasado algo por alto.
En
el momento en que Tecno cogió el papel que Elyze le estaba
ofreciendo, 2 gruesas pinzas metálicas salieron de la nada y
agarraron a Tecno de las piernas tirando de él hacia unos escombros.
La sorpresa pilló desprevenidos a todos y lo más que Tecno pudo
hacer fue tratar de anclarse al suelo utilizando las cuchillas que
llevaba acopladas en los brazaletes, pero nada parecía frenar la
fuerza con la que le estaban arrastrando. Antes de que Jak pudiera
cogerle del brazo para ayudarle, el suelo se había tragado a su
nuevo amigo dejando únicamente las marcas de las cuchillas en la
tierra.
-
¡No! ¡Maldita sea! - Jak comenzó a escarbar en el suelo como si de
un perro se tratase mientras Elyze miraba a su alrededor por si las
pinzas metálicas atacaban de nuevo.
Pero
por mucho que excavara en la tierra y por muchos escombros que
quitara de en medio el supuesto agujero que buscaba no aparecía.
-
¿Nada? - preguntó Elyze cuando vió a Jak levantarse del suelo.
-
Nada – respondió Jak algo alterado.
Tras
incorporarse, se le ocurrió que quizás en la azotea de lo que
quedaba de edificio podría encontrar una forma de entrar dentro y
rescatar a Tecno. Inmediatamente comenzó a escalar con gran soltura,
parecía que era capaz de encontrar el saliente adecuado sin ninguna
dificultad, lo que demostraba una gran experiencia, pero a Elyze no
le sorprendió; al fin y al cabo, y teniendo en cuenta su apariencia,
debía de proceder del Distrito de las Bestias.
Una
vez arriba, Jak rebuscó por todos lados tratando de ver alguna
abertura por la que pudiera introducirse, pero la suerte hoy no
estaba de su lado. Exasperado, se acuclilló apoyando las manos en el
suelo como si fuera un canino sentándose y escudriñó la ciudad
desde su privilegiada posición.
El viento soplaba un poco más fuerte allí arriba y pudo ver que había varios hombres de blanco y alguien pidiendo limosna mientras tocaba música; su voz era terrible, desafinaba casi siempre y a Jak se le metía en los oídos como un taladro, pero el instrumento que acompañaba su canto hacía resonar una dulce melodía que amortiguaba los desvaríos de su portador.
El viento soplaba un poco más fuerte allí arriba y pudo ver que había varios hombres de blanco y alguien pidiendo limosna mientras tocaba música; su voz era terrible, desafinaba casi siempre y a Jak se le metía en los oídos como un taladro, pero el instrumento que acompañaba su canto hacía resonar una dulce melodía que amortiguaba los desvaríos de su portador.
Mientras
esperaba a que bajara, Elyze decidió ocultar su cara con la capucha
por si sospechaban de ella, pero eso sólo hizo que quienes la
observaban se alejaran aún más murmurando para sí cosas que no
pudo comprender. Segundos después Jak estaba a su lado, su cara era
tan clara como un libro abierto y se podía ver que no había tenido
éxito en su búsqueda.
-
Ya no se me ocurre nada que podamos hacer, ¿y si pidiéramos ayuda?
-
¿Pedir ayuda? ¿Estás loco? ¿Quién nos iba a ayudar a encontrar a
un fugitivo? – señaló Elyze – lo más que podríamos conseguir
es que nos culparan a nosotros de cómplices y entonces sí que no
podríamos hacer nada para encontrarle. Piensa mejor, tiene que haber
otra forma.
Mientras cavilaban para hallar una forma mejor de hacer las cosas, 3 personas se acercaron a ellos con paso tranquilo. Por su apariencia parecían soldados y caminaban directamente hacia donde Elyze y Jak se encontraban......
No hay comentarios:
Publicar un comentario